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Cristina Kirchner se da un baño de masas para sobrellevar la crisis agraria

La huelga de 20 días en el campo causa un gran desgaste al gobierno, que lleva menos de cuatro meses en el poder

(Reuters)

Es la cuarta vez que Kirchner se dirige a la Nación desde que comenzaron los paros. El peronismo ha cerrado filas en torno a la presidenta y ha organizado un acto de demostración de fuerza en Buenos Aires. Su Gobierno mantiene el pulso con los productores agrarios, que ha causado un gran desgaste en sus menos de cuatro meses en el poder. La mandataria vive las horas más bajas de su corta gestión tras 20 días de paro agrario que han derivado en desabastecimiento de alimentos básicos en grandes ciudades y pérdidas millonarias superiores a las que pretendía recaudar con el incremento de los impuestos a la exportación de granos que originó el conflicto.

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"Si les hace feliz agraviarme sigan haciéndolo, pero no agravien más al pueblo, dejen las rutas para que se despejen y los argentinos puedan acceder a los alimentos", ha exclamado la presidenta. El objetivo ahora es "dividir a los productores levantados y minar su imagen ante el resto de la sociedad aparece ahora como el objetivo central de la Casa Rosada", ha señalado el analista Martín Rodríguez Yebra.

Si el gobierno consigue su objetivo, es posible que las organizaciones levanten el paro mañana, miércoles, y se sienten a dialogar sobre la situación del campo argentino. Mientras eso no ocurre, el ex presidente Néstor Kirchner ha puesto en marcha, por segunda vez en una semana, la maquinaria peronista para demostrarle a los productores agrarios y a la oposición que su esposa no está sola en la pelea.

Columnas de sindicalistas, piqueteros y organizaciones sociales próximas al Partido Justicialista (PJ, peronista, en el poder) colapsaron el centro de la capital para alcanzar la Plaza de Mayo, donde Fernández ha llamado a los agricultores a desbloquear las carreteras del interior del país y dejó claro que no le falta coraje para cumplir con el mandato presidencial.

"No se confundan con mi aparente fragilidad", ha dicho la presidenta ante miles de simpatizantes en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada (Casa de Gobierno), durante un discurso enérgico plagado de menciones a su triunfo electoral, a los logros de Kirchner y evocaciones al fantasma de la dictadura militar (1976-1983).

Cristina F. Kirchner: "No agravien más al pueblo"