Cronología de la autocrítica del PNV

El PNV hace autocrítca de un error que se remonta al pasado siete de marzo, cuando un etarra acabó con la vida del ex concejal socialista, Isaías Carrasco, y el partido rechazó respaldar a los socialistas en la moción de censura contra Inocencia Galparsoro, alcaldesa de ANV en Mondragón. Cinco momentos cruciales han hecho falta para la marcha atrás.

Isaías Carrasco muere tiroteado por un etarra el siete de marzo. Su hija, Sandra Carrasco se dirige el ocho de marzo a quien quiera escuchar. "Los que quieran solidarizarse con mi padre, que acudan masivamente a votar el domingo y sólo puedo decir que han sido unos hijos de puta", dijo entonces la joven. Fue el punto de partida de la polémica.

El segundo momento crucial llegó el nueve de marzo, día en el que se celebraron las elecciones generales que culminaron con la victoria socialista. Tres días después, la alcaldesa de Mondragón, Inocencia Galparsoro, de ANV, no sólo no condenó el crimen, sino que dijo sentirse perseguida. "Estas exigencias buscan criminalizarnos y dejarnos fuera de juego, y a su vez no hacen sino quedarse en la mera condena. Sin mebargo no se intenta ir a las raíces del conflicto político y armado", dijo la primera edil.

Tres semanas después, el PNV rechazó apoyar a los socialistas para expulsar a ANV de la alcaldía. Era el tercer escalón, en el que la autocrítica todavía no hacía acto de presencia. Todo lo contrario. "Nosotros no creemos que las vías de la moción de censura nos conduzcan a escenarios progresivos de normalización", apuntó el portavoz del PNV, Joseba Egibar.

El PSOE prepara la investidura de Zapatero y se encienden las alarmas en torno al PNV. Es el cuarto paso hacia el reconomicimiento de un error. José Antonio Alonso lo recordó en Telecinco. El recién elegido portavoz del Gobierno en el Congreso dijo que las palabras del PNV tendrían "consecuencias serias". "Vamos a meditar seriamente nuestra posición" explicó el todavía ministro de Defensa en funciones.

El quinto y último paso del PNV hacia la rectificación llegaba ayer por la tarde, cuando el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, entonaba la autocrítica. "Si esta respuesta (rechazar "las amenazas" de ETA realizadas contra los socialistas en un comunicado en Gara) no se produce en breve plazo de tiempo, el PNV presentará mociones en todos aquellos ayuntamientos en los que haya representantes de ANV, solicitando su dimisión por no alcanzar el mínimo ético y moral exigible a un representante democrático", señaló. La pelota vuelve a caer en el tejado de ANV.