La huelga indefinida de transportistas está teniendo sus primeras consecuencias. El estado de psicosis parece haberse adueñado entre los consumidores sobre todo en los comercios de productos perecederos y las estaciones de servicios. Colas de previsores se han apresurado a llenar sus neveras y depósitos ante el temor de que se produzca un desabastecimiento en los próximos días. Aunque los organizadores de la huelga y las asociaciones de los consumidores aconsejan evitar el alarmismo y el acopio de alimentos, los españoles se preparan porque lo peor puede estar por llegar a medio plazo si no se llega pronto a un acuerdo con el Gobierno. El impacto del paro del transporte está siendo importante sobre todo en grandes superficies, gasolineras y tiendas. Los huelguistas están intentando paralizar el país con una reacción en cadena que puede impedir la distribución de alimentos frescos y combustibles y que puede ser más visibles a finales de esta semana. Las primeras consecuencias ya han empezado a notarse. Desde ayer domingo miles de consumidores están formando largas colas en las gasolineras y acudiendo masivamente a los centros comerciales para hacer acopio de alimentos. Esta afluencia ha provocado que algunas estaciones de servicio en Madrid o Sevilla ya hayan colgado el cartel «No hay gasolina de 95». Acopio en las grandes superficies Desde la Asociación de Vendedores de Carburantes y combustibles se asegura que la huelga de transportes no debe producir «en teoría» desabastecimiento en las estaciones de servicio. Su secretario, Alejandro Montilla, asegura que las compañías operadoras de combustibles tienen contratado el transporte con una flota de camiones que tiene garantizada la revisión de precios en función de los combustibles, con lo que no secunda los paros. No obstante, reconoce que se podrían producir incidentes eventuales en el caso de existir piquetes en las carreteras. Por ello confía en que el Gobierno establezca un avituallamiento a estas flotas para que lleguen a las estaciones de servicio. En las grandes superficies, algunas grandes cadenas como Carrefour o Eroski están haciendo acopio de productos desde hace una semana para garantizar que las estanterías no se van a quedar vacías pero los consumidores parecen no atender a las recomendaciones y acuden en masa a llenar sus despensas. La Confederación Española de Comercio afirma que las estanterías de todas las tiendas españolas están, de momento, llenas de género tanto de alimentación como no alimentación y asegura que no se prevé problemas de desabastecimiento al menos esta semana. Por ello lanza un mensaje de tranquilidad a los consumidores asegurando que existen «múltiples vías de abastecimiento». Pero en Valencia, en los mercados se asegura que trabajan «bajo mínimos» y afirman que no pueden garantizar la apertura de mañana. El presidente de la Federación de Asociaciones de Mercados Municipales de la Comunidad Valenciana, José Pérez Acebedo asegura que existe un grave problema de abastecimiento en los mercados de las comunidad ya que los mataderos no han trabajado y por ello «no se ha podido servir ni cerdo, ni pollo, ni ovino, ni vacuno». Falta de piensos Pero los productores de carne de vacuno aseguran que el sector trabaja con normalidad al haber adelantado la semana pasada el sacrificio de reses, aunque auguraron que el impacto de los transportistas podría empezar a notarse a mitad de la semana. Además la alimentación de los animales podría verse afectada por la falta de piensos. En lo referido, al pescado la Asociación Nacional de Mayoritas de Pescado de Mercas garantiza que mañana habrá pescado en los mercados, aunque no en la cantidad habitual porque ya hay bastante flota amarrada. Los problemas podrían producirse en los siguientes días aunque la entrada de mercado de importación podría solucionar en parte el problema. La recogida de leche también se está realizando con normalidad en todas las explotaciones ganaderas del norte de España que es de donde procede la mayoría de la leche que se consume en nuestro país. Aunque los ganaderos temen que en los próximos días la huelga impida estas recogidas diarias. Por su parte el sector horto-frutícola, uno de los más castigados por la huelga al trabajar con productos perecederos calcula que perderá hasta 24 millones de euros diarios mientras dure el paro del transporte. Las exportaciones de frutas y hortalizas en el mes de junio, época de recolección y máxima actividad, suelen alcanzar los 520 millones de euros y las 642.000 toneladas, con 32.000 envíos por camión tanto a mercados interiores como exteriores. En el mercado nacional, este mes se alcanzan los 200 millones de euros. Llamamiento a la calma Desde las asociaciones de consumidores se realiza un llamamiento a la tranquilidad y se aconseja a los consumidores evitar el alarmismo y realizar acopio de alimentos que puede provocar un verdadero colapso del mercado. Para Facua-Consumidores en Acción el desabastecimiento en los comercios es, de momento, bastante improbable. La asociación, que asegura que los principales afectados son los consumidores, considera desproporcionada la medida emprendida por el colectivo de transportistas y lamenta que ni siquiera haya contactado con las principales asociaciones de consumidores para informarles de sus demandas y actuaciones. De la misma opinión es la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que hoy «exigió» al Gobierno que adopte soluciones para evitar problemas de suministro y desabastecimiento de bienes necesarios con el fin de que «los consumidores no paguen las consecuencias». En un comunicado, la organización de defensa de los consumidores lamentó que «una vez más se asiste a un caso en que el ejercicio del derecho a la huelga pasa de ser una medida de presión para convertirse en un chantaje». En este contexto la OCU mostró su rechazo a las pretensiones del sector por considerar «discriminatorio» articular un gasóleo más barato para este colectivo.