Sociedad

El Defensor del Menor de Madrid lamenta la falta de una legislación contra la apología de la pedofilia

Arturo Canalda ha calificado de "locura" que "alquien pretenda celebrar el día de la pedofilia"

Arturo Canalda, defensor del menor de la Comunidad de Madrid, lamenta que la legislación española no permita actuar a las fuerzas de seguridad contra páginas web que incitan a la pedofilia ya que la apología de la misma no está tipificada. Para Canalda "no tiene sentido que alguien pretenda celebrar el día de la pederastia".

La principal medida para el defensor del menor es "cerrar la página y encontrar al que está detrás". Descubrir a los promotores de iniciativas como ésta es necesario para saber si "alguno de los implicados ha llegado a cometer algún delito".

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Los convocantes han remitido a la libertad de expresión para dar a conocer sus ideas. Canalda ha recordado que algunos de los contenidos de la página podrían ser "delictivas". El problema, es que "no existe un delito que se asocie a la apologia de la pedofilia". Sólo podría aplicarse, en lo referente a la legislación española, el artículo que se refiere a la "incitación a la comisión de delito", y aún así, reconoce el defensor, "no es posible".

La solución para prevenir futuros casos ya está en marcha. Canalda ha explicado que "la Unión Europea ha recomendado a las operadoras que cada vez que haya una orden judicial puedan llegar a bloquear las páginas y así evitar que la gente pueda acceder a ellas".

El 24 de junio, la fecha escogida

El Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, pidió a la Fiscalía que intervenga para bloquear las páginas web que promocionan el Día del Orgullo Pederasta. Múgica tuvo conocimiento a través de una queja de un ciudadano, que descubrió que en la Red se esta preparando para el 24 de junio el Dia del Orgullo Pederasta.

El Defensor del Pueblo comprobó que una de esas páginas es totalmente accesible desde cualquier ordenador instalado en España, que no hay ningún tipo de restricción. También subrayó que la policía de otros países como Italia, Francia o Gran Bretaña, ya la habían bloqueado, mientras que las autoridades españolas aún no lo habían hecho.