Un soldado se suicida a doscientos metros de Sarkozy en el aeropuerto de Tel Aviv
El presidente francés y a su esposa se han visto obligados a subir apresuradamente al avión en el que han abandonado Israel
El presidente de Francia y su esposa se han subido precipitadamente a su avión en el aeropuerto de Tel Aviv al oír sus guardaespaldas un disparo. / VNEWS
El suicidio de un soldado israelí en el aeropuerto de Tel Aviv ha puesto hoy un abrupto fin a la visita a la zona del presidente francés, Nicolas Sarkozy, cuyos guardaespaldas le han metido a toda prisa en el avión junto con su esposa, Carla Bruni.
Un policía israelí se ha suicidado hoy de un disparo mientras estaba de servicio en el aeropuerto de Tel Aviv durante el acto de despedida del presidente francés, Nicolas Sarkozy, que se disponía a salir de Israel, causando un revuelo pero sin poner en peligro la vida del presidente galo, según informó la Policía.
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Un portavoz de la Policía, Micky Rosenfeld, negó que el incidente se tratase de un "intento de asesinato". "Un policía fronterizo (...) se suicidó durante la ceremonia de despedida", aseguró.
Los guardaespaldas, al oir el disparo, metieron a toda prisa a Sarkozy y a su esposa, Carla Bruni, en el avión que se disponía a despegar del aeropuerto Ben-Gurion. Mientras, los responsables de la seguridad del primer ministro israelí, Ehud Olmert, se apresuraron a llevarle hasta su coche.
Una vez se confirmó que no había peligro alguno, Olmert y el presidente israelí, Simon Peres, volvieron al avión para despedir al matrimonio, que finalmente abandonó el aeropuerto.
Según Rosenfeld, el suicida era un policía paramilitar y había sido incluido en una patrulla de seguridad que operaba en el aeropuerto. Radio Israel ha informado de que el agente se encontraba apostado a una distancia de entre 100 y 200 metros del avión de Sarkozy y que dos mujeres soldado que vieron cómo se disparaba fueron posteriormente atendidas por haber sufrido un shock.
Cuando fue aclarado el incidente, los guardaespaldas permitieron al presidente israelí, Simón Peres, subir al avión para despedir personalmente a Sarkozy, que concluyó así una visita de tres días a Israel y los territorios palestinos.
