Obama y McCain buscan el voto de la comunidad hispana
Un proyecto de ley habría permitido que unos 12 millones de inmigrantes ilegales accedieran a la ciudadanía, sin embargo McCain no lo apoyó, ahora busca entendimiento
El candidato a presidente del Partido Republicano, Barack Obama, y su rival del Partido Republicano, John McCain, centraron ayer sus discursos en intentar convencer a la comunidad hispana de que cada uno de ellos es el mejor aspirante. Ambos candidatos se presentaron a sí mismos como defensores de los hispanos, una comunidad en franco crecimiento y que cada vez tiene un mayor peso político.
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Obama recordó que McCain no apoyó un proyecto de ley sobre inmigración que contaba con un amplio respaldo en el Congreso sucumbiendo a la presión de su propio partido. La propuesta habría permitido que unos 12 millones de inmigrantes ilegales accedieran a la ciudadanía. En un principio McCain colaboró en la elaboración del proyecto, pero finalmente accedió a retirar su apoyo a la iniciativa cuando ya estaba en campaña por la nominación republicana y destacó la necesidad de garantizar la seguridad en las fronteras antes de plantear la cuestión de la inmigración ilegal.
"La inmigración era una de las cuestiones en las que el senador McCain ofrecía una opción de cambio. Era un campeón de una reforma integral y le admiraba por ello", afirmó Obama en una acto organizado por la Asociación Nacional de Latinos Electos. El propio Obama apoyó la propuesta.
"Pero cuando se presentó a la nominación de su partido se retiró de su compromiso. Dijo que no apoyaría su propia ley si se votaba. Si vamos a resolver los retos que afrontamos no podemos vacilar, no podemos cambiar de opinión en base a nuestras políticas", indicó.
Lo primordial para McCain, protegar las fronteras
McCain, que intervino antes que Obama, admitió que el plan "no era muy popular entre algunos de mi partido", pero dijo que seguirá trabajando por una legislación sobre inmigración que cuente con un amplio apoyo. La propuesta, indicó, fracasó porque los americanos no confiaban en que el Congreso protegiera las fronteras estadounidenses antes de abordar la cuestión de la inmigración ilegal.
"Quiero aseguraron que abordaré la cuestión de una forma humana y compasiva", afirmó McCain ante los cargos públicos latinos. El candidato republicano no dudó en calificar a los inmigrantes ilegales de "hijos de Dios".