Multa de 5.400 euros por quemar fotos del Rey
Los dos acusados quemaron fotos de los reyes en septiembre del año pasado en una serie de protestas contra la Casa Real en Girona
Jaume Roura y Enric Stern, volvieron a sentarse en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional, después de que en una primera vista no se les permitiera hablar en catalán. En un segundo intento, con la presencia de un traductor, se repitió el juicio en el que se les acusa de injurias graves a la Corona, delito por el que el fiscal pidió 5.400 euros de multa, sustituyendo así su petición de un año y tres meses de prisión, y el abogado de la defensa la absolución.
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El juzgado Central de lo Penal de la Audiencia Nacional volvió a celebrar el juicio contra los jóvenes independentistas, tras haberle negado el juez José María Vázquez su derecho a hablar en catalán durante la primera vista, celebrada el pasado noviembre. La Sala anuló la sentencia que condenaba a ambos imputados al pago de una multa de 2.730 euros por un delito de injurias graves a la Corona y ordenó la repetición de la vista con un magistrado distinto, que en esta ocasión correspondió al juez central de Menores y Vigilancia Penitenciaria, José Luis de Castro. El juez reconoció hoy a los acusados su derecho a expresarse en su "lengua nativa", por lo que la vista contó con la presencia de un traductor de catalán.
Los acusados, por su parte, reconocieron los hechos esgrimiendo ante el juez que "la Monarquía española oprime al pueblo catalán". Roura, con una camiseta reivindicativa en favor de la liberación de otro independentista acusado de ultrajar la bandera española, afirmó que la quema de imágenes "fue una manera completamente legítima de mostrar el rechazo a la corona". "Yo quemé la foto", admitió, enmarcando su acción en un "acto político" en protesta por la visita a Girona del monarca, a juicio de Roura "sucesor de Franco". "Protestábamos contra la presencia del Jefe del Estado que oprime a nuestro pueblo", agregó. Del mismo modo, Stern llevaba una camiseta con el lema "Yo también quemo la Corona española" y vinculó su acción con la "campaña de acciones organizada por la izquierda independentista".
No habrá prisión
El abogado de los acusados, Benet Salellas, solicitó la libre absolución de sus clientes por entender que "debe prevalecer el derecho a la libertad de expresión por encima del derecho al honor". "No lo digo yo, lo dice el Tribunal Supremo", apuntó, respecto a un organismo judicial que según él también "dice que el jefe del Estado debe soportar el más alto grado de crítica" y que "hasta las formas de mal gusto están amparadas en la libertad de expresión".
Sin embargo, el fiscal Ignacio Gordillo no lo ve así y mantuvo la petición de pena para Roura y Stern. Pero en lugar del año y seis meses de prisión pedido por el Ministerio Público en el primer juicio, en esta ocasión solicita una pena de multa de 5.400 euros para cada uno. Asimismo, Gordillo quiso aclarar que "aquí no se juzgan actos políticos", ya que "lo que se está condenado aquí es el desprecio absoluto a la Corona, no las ideas, ni los pensamientos, ni la libertad de expresión".
Los acusados, por su parte, sí ven en el proceso un "juicio político", tal y como manifestaron en su turno de última palabra antes del visto para sentencia, que anticipa un resultado que previsiblemente se conocerá el martes o el miércoles de la próxima semana. Además, tacharon a la Audiencia Nacional de "un tribunal de excepción, heredera del tribunal de orden público de Franco"