Centenares de miles de personas celebran en Madrid la fiesta del ''Orgullo Gay 2008''
Ambiente festivo y reivindicaciones contra la discriminación
La Manifestación Estatal del Orgullo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (LGTB), celebrada hoy en Madrid bajo el lema "por la visibilidad lésbica", ha llenado el centro de la capital de ambiente festivo y reivindicaciones contra la discriminación del colectivo gay y, especialmente, de las lesbianas.
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Bibiana Aído y Pedro Zerolo, en el desfile
El Colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de Madrid (COGAM) ha cifrado en un 1.100.000 el número de participantes en la manifestación, encabezada por la ministra de Igualdad Bibiana Aído. La ministra ha estado acompañada por el secretario de movimientos sociales del PSOE, Pedro Zerolo, el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, el secretario general de UGT, Cándido Méndez y el presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (LEGTB), Antonio Poveda, entre otros.
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Fiesta, carrozas, tracas, música...
La cabecera de la marcha, que arrancó de la calle Alcalá a las seis y media, con una traca y al ritmo de la canción "A quién le importa" de Alaska, llegó a su destino a las ocho menos cuarto, pero media hora más tarde, algunas de las 39 carrozas que han participado en el desfile aún no habían podido salir de la Puerta de Alcalá.
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Menos gente que el año pasado
La cifra de participantes dada por COGAM es inferior a la del año pasado cuando la organización cuantificó un millón y medio de participantes, pero sus responsables han recordado que entonces la capital acogió las celebraciones del Día Europeo del Orgullo. Los manifestantes han coreado gritos y cánticos contra la Conferencia Episcopal, a la que han tachado de "machista y patriarcal" y portaban pancartas que pedían que el PP retire el recurso contra la Ley que permite las bodas entre homosexuales.
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Música setentera y ochentera
Durante el recorrido, la cabecera de la manifestación conseguía abrirse paso a duras penas, mientras los asistentes se agolpaban en las aceras haciendo fotos con móviles y cámaras digitales, portando banderas y pelucas arco iris y, muchos de ellos, bailando y cantando al ritmo de música, principalmente de la década de los setenta y ochenta.
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La Manifestación Estatal del Orgullo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (LGTB), celebrada hoy en Madrid bajo el lema "por la visibilidad lésbica", ha llenado el centro de la capital de ambiente festivo y reivindicaciones contra la discriminación del colectivo gay y, especialmente, de las lesbianas.
El Colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de Madrid (COGAM) ha cifrado en un 1.100.000 el número de participantes en la manifestación, encabezada por la ministra de Igualdad Bibiana Aído. La ministra ha estado acompañada por el secretario de movimientos sociales del PSOE, Pedro Zerolo, el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, el secretario general de UGT, Cándido Méndez y el presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (LEGTB), Antonio Poveda, entre otros.
La cabecera de la marcha, que arrancó de la calle Alcalá a las seis y media, con una traca y al ritmo de la canción "A quién le importa" de Alaska, llegó a su destino a las ocho menos cuarto, pero media hora más tarde, algunas de las 39 carrozas que han participado en el desfile aún no habían podido salir de la Puerta de Alcalá.
La cifra de participantes dada por COGAM es inferior a la del año pasado cuando la organización cuantificó un millón y medio de participantes, pero sus responsables han recordado que entonces la capital acogió las celebraciones del Día Europeo del Orgullo. Los manifestantes han coreado gritos y cánticos contra la Conferencia Episcopal, a la que han tachado de "machista y patriarcal" y portaban pancartas que pedían que el PP retire el recurso contra la Ley que permite las bodas entre homosexuales.
Durante el recorrido, la cabecera de la manifestación conseguía abrirse paso a duras penas, mientras los asistentes se agolpaban en las aceras haciendo fotos con móviles y cámaras digitales, portando banderas y pelucas arco iris y, muchos de ellos, bailando y cantando al ritmo de música, principalmente de la década de los setenta y ochenta.
