La Audiencia Nacional investiga a De Juana por posible enaltecimiento del terrorismo

El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha abierto una investigación al ex preso etarra Iñaki de Juana Chaos por un posible delito de enaltecimiento del terrorismo a través de una carta que leyó en su nombre una mujer durante el homenaje que se le rindió el pasado sábado en San Sebastián tras su excarcelación.

Ruz ha adoptado esta decisión de oficio en una providencia en la que, además de la carta atribuida a De Juana, acuerda investigar todo lo relacionado con ese acto, así como a las personas que intervinieron en él por si durante su celebración se hubieran cometido diversos delitos de enaltecimiento (penado con hasta dos años de cárcel).

El juez, que ha recibido informes policiales sobre el acto reclama "la remisión del texto íntegro de la misiva leída en el acto", que se identifique a la mujer que leyó la carta, así como a los responsables del acto y a los asistentes y que se confirme si la ilegalizada Askatasuna fue la que lo organizó.

Además, quiere que se identifique, "con mayor concreción que en los oficios remitidos hasta la fecha", las banderas, pancartas, insignias o "cualesquiera otros elementos gráficos exhibidos en el acto por los asistentes". También reclama que se le informe "de las palabras, expresiones o vítores que fueron proclamados en el acto" y que pudieran suponer un delito de enaltecimiento del terrorismo.

Recuerda a históricos etarras

En la carta que ahora se investiga, y que supuestamente fue escrita por De Juana, se pueden encontrar frases en las que se recuerda a históricos etarras como "los que como mi amigo ''Kroma'' faltan de su casa", en referencia al compañero del etarra en el "comando Madrid" Esteban Esteban Nieto, fallecido en septiembre de 1999.

Otra parte de la misiva que pudiera ser constitutiva de un delito de enaltecimiento del terrorismo es el final cuando dice: "sólo quiero recordar las palabras de un gran hombre y por suerte amigo de este pueblo ''¡Aurrera Bolie!''", expresión con la que el ex dirigente etarra, también fallecido, Domingo Iturbe, "Txomin", concluía sus discursos.