Francia amenaza con "consecuencias" en las relaciones de Mauritania con la UE
Decenas de miles de manifestantes han tomado este jueves las principales calles de la capital mauritana y se dirigen hacia el palacio presidencial para mostrar su apoyo al golpe de Estado
Francia, que ejerce la presidencia del Consejo de la Unión Europea (UE) durante este semestre, anunció hoy que "la ausencia de retorno a la legalidad constitucional" tras el golpe de Estado que vivió ayer Mauritania tendrá "consecuencias" en las relaciones con la UE.
El Ministerio de Exteriores recordó que la Presidencia del Consejo que ejerce Francia condenó ayer el golpe de Estado del general Mohamed Ould Abdel Aziz y solicitó la "inmediata puesta en libertad" del presidente mauritano, Sidi Mohamed Uld Cheij Abdalahi, y del primer ministro de ese país, Yahya Uld Ahmed el Uaguef.
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Decenas de miles de manifestantes han tomado este jueves las principales calles de la capital mauritana y se dirigen hacia el palacio presidencial para mostrar su apoyo al golpe de Estado perpetrado por la Junta Militar.
En esta marcha participan miembros del mayor partido de la oposición, la Reagrupación de Fuerzas Democráticas (RFD), y del Partido Republicano para la Democracia y la Renovación (PRDR), además de representantes de sindicatos de asociaciones de la sociedad civil.
Los jefes del Ejército dieron el miércoles un golpe de Estado en Mauritania y arrestaron al presidente y al primer ministro del país africano. Los golpistas han anunciado que celebrarán elecciones "lo más pronto posible".
Elecciones libres
Durante la madrugada, el Consejo de Estado golpista, formado por tres generales y ocho coroneles, ha emitido un comunicado en el que anuncian la celebración de elecciones presidenciales "lo antes posible", aunque no han concretado la fecha. "Las elecciones serán libres y transparentes", han señalado en un mensaje leído en la televisión pública.
Abdallahi llegó al poder en abril de 2007 tras ser elegido presidente con el 52,85% de los sufragios en la segunda vuelta. Con su victoria, concluía una transición de casi dos años promovida por el coronel Ely Ould Mohamed Vall, que dio un golpe de Estado incruento en 2005 y que se retiró a su casa tras entregar el poder a los civiles.
