Llegan al puerto de Melilla los 34 subsaharianos rescatados que viajaban a la deriva

Los 34 inmigrantes subsaharianos que fueron rescatados cuando viajaban a la deriva a unas diez millas al norte del Cabo de Tres Forcas han llegado esta tarde al puerto de Melilla.

A mediodía de ayer un pesquero marroquí avisaba por radio de la existencia de una patera en alta mar que se encontraba con problemas y avisaba de que había subido a bordo a cuatro mujeres que se encontraban, al parecer, en estado más delicado. Las cuatro mujeres fueron conducidas al puerto marroquí de Beni Enzar, donde, minutos más tarde, llegaba otra patera con 37 personas que habían sido rescatadas por la patrullera marroquí a unas 30 millas de la zona. Al parecer el destino de esta patera era las costas de Motril.

Al aviso del pesquero marroquí acudió una embarcación de Salvamento marítimo y, a su vez, otro barco de pescadores de Almería que se encontraban faenando en aguas cercanas al avistamiento. El pesquero español subió a bordo a los 34 ocupantes restantes y los atendió a la espera de la llegada de la Salvamar Alcor de Salvamento Marítimo. Un Total de 27 hombres, cuatro mujeres y tres bebés fueron subidos a bordo de la Salvamar que los condujo hasta Melilla.

Todos se encontraban en buen estado de salud. Algunos con "pequeños mareos debido al tiempo de exposición al sol", nos comentaba Roland Silver médico de Cruz Roja, "algunos se quejan de dolores en las rodillas y en la espalda, pero ello es debido al propio movimiento del barco y en las condiciones en las que viajan" -continúa-.

"Los niños eran bebés que comenzaron a llorar en el momento que fueron recogidos por el personal de Cruz Roja "extrañaron brazos que no eran los de sus madres, por eso enseguida los hemos puesto con cada una de ellas para que se tranquilizasen y conjuntamente les hemos hecho el reconocimiento".

Según fuentes marroquíes, la patrullera de la Gendarmería Real Marroquí acudió también a la zona de rescate para prestar auxilio, pero fue la embarcación de rescate Alcor la que subió a bordo a los sin papeles.

Una vez en puerto melillense, recibieron las primeras atenciones de Cruz Roja para continuar con el protocolo que consiste en presentación en comisaría para la apertura del expediente de expulsión, y traslado después al CETI (Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes), un centro que, por cierto, ha rebasado hace meses la cifra prevista de ocupación. Aunque según el delegado del Gobierno, Gregorio Escobar, "se trata de un centro flexible en el que se pueden acoplar más personas que el número previsto en un principio". Son más de quinientos los internos actuales.