Diez clanes familiares se reparten el "saqueo" de las iglesias españolas
Se dedican al robo de piezas ni muy conocidas, según la Guardia Civil
Una decena de clanes familiares se "reparten" el "saqueo" de las iglesias y ermitas situadas en la demarcación territorial de la Guardia Civil, a cuyos agentes les preocupan especialmente los expolios cometidos en Castilla y León, donde se cometieron la mayoría de los 33 robos registrados en 2007.
Esas son las estimaciones de los agentes del Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil, que siguen el rastro de estos grupos, "dueños" de este mercado ilícito, compuestos por entre tres o cuatro personas, la mayoría familiares, y dedicados al robo de piezas no muy conocidas y de mediana e incluso a veces baja calidad.
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Las iglesias y ermitas son sus objetivos, pero no los únicos, ya que se dedican a otras actividades ilícitas, como el robo de cobre, de animales (galgos, caballos y corderos) o en casas de campo.
Son delincuentes con antecedentes por este tipo de hechos, que llevan mucho tiempo delinquiendo en la materia, según señalan los especialistas. Personas de cierta edad que, en algunos casos, van acompañados de gente joven, a la que van introduciendo.
Roban las piezas, las comercializan a través de intermediarios, y después de pasar por tres o cuatro manos se "blanquean", es decir han conseguido que se pierda el rastro de su procedencia ilícita, su propietario no sabe que ha sido sustraída.
Castilla y León, la más castigada
La Comunidad más castigada es Castilla y León, por la extensión territorial y las características de los inmuebles, que están en zonas de pequeñas poblaciones, en sitios aislados, con pocos habitantes, lo que facilita la labor de los ladrones y, a la contra, dificulta la de las fuerzas de seguridad.
"Rescatar" las obras robadas no es tarea fácil, porque no se suele "pillar" a los ladrones con las "manos en la masa" y las piezas no son reconocidas por todo el mundo.
El problema se centra en Castilla y León, insisten los investigadores, que no obstante advierten de que hay otras Comunidades, como Andalucía, Castilla-La Mancha y Valencia, que sufren el acoso de otros delincuentes, los expoliadores de los yacimientos de arqueología, tanto de tierra como en el mar.