Los suecos proponen un nuevo concepto de ciudad sostenible llamada 'SymbioCity'
Pretenden exportar este elaborado proyecto al resto del mundo
Más de 700 empresas suecas trabajan para construir una metrópolis más limpia y sostenible. El proyecto busca crear sinergias urbanas y aprovechar al máximo su eficiencia de forma que ahorre gran cantidad de agua, energía y dinero
Suecia es uno de los países más limpios de toda Europa y, siguiendo el ejemplo, está estudiando la forma de crear metrópolis más sostenibles, tanto en lugares nuevos como en distritos urbanos ya existentes.
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Las actividades del proyecto de SymbioCity se basan en sistemas de recogida subterránea de basura, filtrado de líquidos y obtención de biogás, calefacción y aire acondicionado a partir de residuos orgánicos y energía solar. El proyecto también aboga por construir edificios altamente eficientes, con ventanas de triple vidrio, tejados verdes, etc.
Ya existen ejemplos de 'ciudades modélicas' cuyo funcionamiento respeta al máximo el medioambiente, por ejemplo, el barrio de Hammarby Sjöstad, en Estocolmo, ha pasado de ser una zona industrial abandonada a tener viviendas que funcionan con estos nuevos métodos de gestión. Una evaluación general indica que se ha duplicado el rendimiento medioambiental general, con la mitad de consumo de agua, un 45 por ciento menos de ozono en el nivel del suelo y un 40 por ciento menos de estrés medioambiental.
Suecia, que presenta estos días en la Expo de Zaragoza su proyecto de sostenibilidad, ha hecho siempre una apuesta por el medio ambiente muy importante, al tiempo que ha destacado del país su compromiso con las energías renovables y con el reciclaje, elaborando dos de los proyectos más exitosos que ya se han puesto en marcha en el país: por un lado el sistema de recogida de basuras subterráneo, que evita el tránsito de camiones por la ciudad, y por otro, el que ha desarrollado una empresa que consiste en transformar la energía solar en frío para los sistemas de aire acondicionado.
En los últimos treinta años, Suecia ha reducido a un 25 por ciento la emisión total de dióxido de carbono, y el uso de combustible fósil en las calefacciones suecas ha pasado del 80 por ciento al 3.




