Ya son, al menos, 27 los muertops en EEUU por el huracán 'Ike'
Las muertes se reparten en Louisiana, Arkansas, Indiana, Missouri, Ohio y Texas, los Estados más afectados por los fuertes vientos
Tras el paso del huracán 'Ike' por Estados Unidos y ahora que ya se encuentra debilitado, es hora de hacer balance. Los equipos de rescate trabajan en la búsqueda de supervivientes y cadáveres, mientras las autoridades tratan de hacer recuento de las incalculables repercusiones materiales y económicas. Los vientos de hasta 177 kilómetros se han cobrado la vida de al menos 27 personas, si bien algunas fuentes elevan esta cifra por encima de la treintena.
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George W. Bush, se ha comprometido hoy a "trabajar duro" para devolver la normalidad a los millones de habitantes afectados y a las ciudades donde estos viven en los que, según el presidente norteamericano, "hay daños estructurales de consideración."
El presidente también pidió calma a los miles de evacuados para no regresar a sus domicilios inmediatamente, ya que ni siquiera es seguro que puedan tener luz. Según informaciones de la CNN, hoy se restableció el suministro de electricidad para alrededor de medio millón de usuarios, pero 1,5 millones sólo en el Estado de Texas seguían sin luz y miles ni siquiera disponían de agua potable.
La repercusión en el mercado energético es causa de preocupación
George W. Bush en una declaración desde el Despacho Oval, ha anticipado una presión mayor sobre los precios. Sin embargo, todo parece indicar que gran parte de la producción estadounidense se recuperará rápidamente, puesto que el huracán, que tocó tierra siendo de categoría 2, sólo causo daños menores a las plataformas petrolíferas y refinerías.
El huracán, que entró en Texas con vientos superiores a los 170 kilómetros por hora, obligó a cerrar quince refinerías en el golfo de México, que supone el 22 por ciento de la capacidad extractora de crudo de Estados Unidos. Se trata de la peor interrupción del suministro desde hace tres años, cuando el paso del huracán 'Rita' por Texas también obligó a detener los trabajos de las refinerías.
