Las agencias de detectives multiplican por dos su volumen de trabajo gracias a la crisis

Las agencias de detectives han multiplicado por dos su volumen de trabajo gracias a la crisis. Gran parte de los encargos consiste en descubrir fraudes a las aseguradoras. Las "sospechas" ahora se miran con lupa.

En otoño suele llegar "el agosto" a las agencias de detectives. "Es muy fácil que la gente alegue que le hayan robado y le hayan quitado las joyas", dice uno de los detectives consultados por la SER. Son las aseguradoras las que llaman a las puertas de los investigadores privados para esclarecer estos pequeños robos hasta grandes incendios.

"Se ha iniciado ya el proceso de cremación de fábricas. El empresario que quema su fábrica no debe abonar los salarios y el despido le sale prácticamente ceroy en contrapartida tiene un ingreso complementario que se lo da la compañía e seguros", explica Jose María Vilamajó. Lleva décadas viéndolo. La novedad es que ahora las empresas pagan peor: más tarde y a plazos, pero recurren cada vez más a los detectives para confirmar que un socio es solvente, que un importante cliente podrá responder a los pagos o que sus empleados no les engañan.

Dicen que por cada euro gastado en un detective, el empresario puede ahorrarse hasta 50. Ahí va el ejemplo: Fran es un empleado que lleva cinco meses de baja aquejado de vértigos. La empresa de limpieza para la que trabaja sospecha y contrata los servicios de la agencia Winterman.

Olvídense de un detective apostado a la puerta de la casa del trabajador investigado. Por mucho que disimulara en menos de cinco horas, asegura Vilamajó, algún vecino avisaría a la policía. Así que se echa mano de una distancia prudencial y de vehículos con cristales tintados, de furgonetas, de motos...

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"Salía a una hora de la mañana que no era habitual para una persona que está de baja y a partir de ese momento, iniciamos el seguimiento", comeinza a describir a la SER uno de los detectives. Ese seguimiento, les lleva hasta el corazón de Madrid."Este señor sale, coge una motocicleta y se desplaza por distintas calles de Madrid hasta que se para en un edificio comercial céntrico, de Gran Vía, concretamente", relata el profesional.

Ahí se le pierde la pista. Nadie consigue ver por qué puerta entra. Pasan 25 minutos. "Vemos que dos persoans incian el lavado de cristales por la parte exterior del edificio auxiliados por una grúa", cuenta el detective. Está demasiado alto. Apenas se distinguen los perfiles. Los dos operarios de limpieza comienzan a descender hasta la primera planta del edificio. "Lo estamos viendo a unos 15 metros y vemos que se trata de él", resuelve.

Moraleja: Mientras está de baja por presuntos vértigos Fran trabaja para otras dos empresas a la vez 18 horas de las 24 que tiene el día. Desde 6 de la mañana hasta la media noche. ¿La cuenta? "Sobre 1.500 o 1.800 euros más los gastos que se puedan originar en desplazamientos", responde el detective. La entrega del informe va acompañada de fotografías y vídeos que tienen validez como prueba en un juzgado. Antes, dice Vilamajó, la gente podía cogerse una baja para pasear, descansar o estar en casa. Ahora, cada vez más, lo hacen para conseguir un sobre-sueldo.