El menor condenado por el asesinato de una indigente declara que uno de los acusados lanzó la colilla
Juanjo M., que cumple condena en un centro de internamiento por el asesinato de Rosario Endrinal, quemada viva en un cajero, ha declarado como testigo en el juicio contra los dos acusados
Esta mañana ha comenzado el juicio contra Oriol P.S. y Ricard P.B, los dos jóvenes acusados de quemar viva y apalear a una mujer en un cajero de Barcelona. Ambos han incriminado de los hechos a un menor que ya ha sido condenado a la pena máxima / VNEWS
Segunda jornada del juicio que se está celebrando en Barcelona contra los dos jóvenes acusados de quemar viva a una indigente en un cajero automático hace tres años. El menor que les acompañaba, y que ya cumple condena por los hechos, ha declarado hoy y ha acusado a uno de ellos de ser el responsable de prender fuego a la víctima.
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En su declaración, Juan José M. ha asegurado que los dos imputados le utilizaron para poder entrar en el cajero, ya que a ellos la mujer no les quería abrir la puerta. Contradiciendo las declaraciones de ayer de los dos procesados, ha dicho que fueron los tres los que decidieron coger el bidón de disolvente, que él lo metió en el cajero, como captaron las cámaras, pero que se le cayó de las manos y fue Ricard P., uno de los procesados, quien lanzó el cigarrillo que provocó la explosión.
En la sesión de hoy del juicio ha declarado el responsable de la dotación de bomberos que sofocó el fuego en el cajero, quien ha corroborado la versión de Juan José M. de que el bidón y el charco de disolvente estaban a unos dos metros de la mendigo, lo que descartaría que la víctima fuera rociada con líquido inflamable.
El lugar donde se encontraban los bidones es clave para aclarar si el crimen fue premeditado y si, como se desprende de la investigación, los acusados llegaron incluso a escalar el andamio para conseguirlos.
Finalmente, en el juicio no declarará la hija de la víctima Rosario Endrinal, puesto que la defensa de Ricard, que lo había solicitado, ha decidido renunciar a dicho testimonio.
La máxima condena para un menor
Cuando fue condenado por el crimen de Rosario Endrinal, ocurrido en diciembre de 2005, Juanjo tenía 16 años. Fue condenado a ocho de internamiento, la pena máxima para su edad, en una sentencia de conformidad después de que aceptara los hechos que le imputaba la fiscalía.
Cumplida la mayoría de edad, el joven ha acudido a declarar en el juicio de sus amigos como testigo y, por lo tanto, con la obligación de decir la verdad porque, como le ha insistido el presidente del tribunal, de no ser así se podría proceder contra él por falso testimonio.
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Un tribunal decide si son culpables dos de los tres jóvenes




