España suma el apoyo de México para acudir a la cumbre de Washington
La crisis financiera y el temor a una recesión económica se han impuesto sobre los demás asuntos de la XVIII Cumbre Iberoamericana
España ha sumado hoy un nuevo apoyo, esta vez de México, en su intención de estar presente en la cumbre del G-20, que analizará el próximo 15 de noviembre en Washington la reforma del sistema financiero. El presidente de México, Felipe Calderón, así se lo ha hecho saber al Rey Juan Carlos y al jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en la reunión previa a la inauguración oficial de la Cumbre Iberoamericana. La actual crisis financiera y los esfuerzos por consensuar una acción conjunta para atajarla han desplazado otros temas de la Cumbre.
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Faltan dos semanas para que se den cita en Washington los integrantes del G-20, una cita en la que España aspira a estar presente. Esa pretensión ha contado ya con el respaldo de varios países iberoamericanos y hoy será un asunto del que hablarán el Rey y Zapatero con los presidentes de México, Felipe Calderón, y Brasil, Luis Inazio Lula da Silva, en la entrevista que mantendrán en la capital salvadoreña.
Brasil ostenta la presidencia de turno del G-20, pero todavía no ha mostrado su opinión al respecto. Las fuentes del Gobierno español han destacado la importancia de la reunión con estos dos países, ya que permitirá analizar la actual situación financiera con las dos principales potencias latinoamericanas.
La diplomacia española trabaja también para cerrar una entrevista de Zapatero con la presidenta argentina, Cristina Fernández Kirchner. En la agenda de esa posible reunión, la preocupación de las empresas españolas ante la reciente nacionalización de los fondos de pensiones.
El portencial de los iberoamericanos
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, no sólo defenderá su presencia en esa Cumbre, sino también el potencial de los países iberoamericanos en la reforma del sistema financiero, seriamente dañado.
Ese será uno de los argumentos centrales de la intervención de Zapatero en el plenario de la XVIII Cumbre iberoamericana, donde reiterará su propuesta de redefinir el papel del Fondo Monetario Internacional para que intensifique su función preventiva.
De la misma forma, según fuentes del Ejecutivo español, insistirá en la necesidad de garantizar un suficiente nivel de transparencia en los mercados, de asegurar la coordinación entre los diversos supervisores nacionales y de posibilitar la inyección de liquidez para impulsar la reactivación económica.
