El Defensor del Menor cree que el caso de 'Baby P' podría repetirse en España
Arturo Canalda alerta en el Día Mundial de la Infancia de que "sólo se detectan entre el 20 y el 30 por ciento de los casos de malos tratos a menores"
Madrid
El caso de Baby P, un menor torturado hasta la muerte por su madre en el Reino Unido sin que los servicios sociales hicieran nada para evitarlo, podría repetirse en España. Así al menos lo cree el Defensor del Menor, Arturo Canalda, que alerta de que "sólo se detectan entre el 20 y el 30% de los casos de malos tratos a menores". Canalda ha dicho en una entrevista con los lectores de CADENASER.com que"es posible que un caso así se dé en nuestro país", por lo que "es muy importante que todos nos concienciemos de que hay que denunciar estas situaciones ante cualquier sospecha".
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Canalda, que ha participado en una entrevista digital coincidiendo con el Día Mundial de la Infancia, ha recordado que en nuestro país "ha habido casos de malos tratos que incluso habían sido denunciados, como en el caso de la niña catalana Alba". Por ello, no se puede bajar la guardia en este aspecto, y "hay que trabajar entre todos para que se coordinen los servicios de protección del menor y las fuerzas de seguridad", ha explicado.
El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid también se ha referido a la posible modificación de la Ley del Menor para que aplique sanciones más severas para los delitos más graves. A su juicio, la norma debería contemplar "penas excepcionales para delitos excepcionales, y éstos siempre los cometen los chicos que están más próximos a los 18 años". En estos casos, ha apostado por incrementar las penas para los delitos más graves. De todas formas, para la mayor parte de los delincuentes juveniles, lo conveniente sería establecer "medidas educativas obligatorias" para que estos jóvenes sean conscientes de lo que hacen. "No hay que penalizar, sino educar", ha señalado.
Por último, Canalda ha respondido a una pregunta de los internautas acerca de las Nuevas Tecnologías y los peligros que conllevan para los jóvenes. "Lo importante", continuó, "es que los adultos sepamos qué hacen nuestros hijos en la red", para lo que "hay que navegar con ellos y educarles en lo que no deben hacer". Todo se resume en que siempre "es mejor educar que prohibir".