La mujer asesinada a manos de su pareja pidió el martes que le concedieran la libertad

"La última vez que vi a Rosario fue el martes cuando me suplicaba que le diéramos el tercer grado a su pareja", ha dicho José Antonio Gómez Novoa, director de la cárcel pontevedresa de A Lama. Rosario murió esta mañana a manos de Maximino Couto, un preso de 60 años, que disfrutaba de un permiso penitenciario. Couto ha atacado también a otras tres personas en Pontevedra, una de ellas se encuentra en estado crítico. La asociación feminista gallega Alecrín denuncia que en ese penal se dan permisos frente a los informes que los desaconsejan. El director del penal lo ha negado y ha argumentado que "se le concedieron cuatro días como preparación para la vida en libertad".

El próximo día 19, Maximino Couto Durán, de 60 años, finalizaba su condena de dos años y siete meses en la cárcel pontevedresa de A Lama por un delito de amenazas y resistencia. Pero no le concedieron la libertad. "Me sorprendió que dijera que había una persecución hacia su compañero al no concedérselo", ha dicho el director del penal.

"Este último permiso fue propuesto por la Junta de Tratamiento y autorizado por el juez de vigilancia y se le concedieron cuatro días como preparación para la vida en libertad", ha aclarado en una entrevista en Hora 14 Gómez Novoa. Una de las finalidades del permiso de salida es la de servir al interno para la preparación para la vida en libertad. En este caso el resultado no fue el esperado.

El interno tenía cumplida la cuarta parte de la condena, mostraba buena conducta en el centro y nada hizo intuir que su salida iba a repercutir el permiso de forma desfavorable. "No podemos preveer lo que piensa la mente humana", ha dicho el director del penal.

¿Cómo ocurrió?

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El presunto asesino de su novia ayer en la localidad gallega de Pontecaldelas no estaba en régimen abierto, aunque sí disfrutaba de un permiso desde el jueves. La Policía lo detuvo después de destrozar con un pico la puerta de sus antiguos vecinos y atacarlos con un cuchillo de grandes dimensiones. El matrimonio había declarado en su contra en el juicio en el que fue condenado.

Los dos han sufrido heridas que les han hecho pasar por el quirófano. El estado del hombre anoche era crítico. Al parecer, había acudido a su antiguo domicilio para intentar vengrase de su ex mujer, que lo había denunciado y que se salvó porque en ese momento no estaba en casa.

Sólo cuando la Policía lo detuvo e hirió a un agente en un brazo, Maximino confesó que había matado a su actual pareja, María del Rosario Peso, de 57 años, que fue encontrada en su vivienda sobre un charco de sangre. La mujer, no sólo no lo había denuncaido nunca por maltrato, sino que ella misma había solicitado que se agiliazaran los trámites para su puesta en libertad.