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'Sor Internet' abre al mundo la caja de sorpresas de su convento de clausura

Sor María Jesús tiene todo el valioso material de su convento meticulosamente inventariado en fichas en el ordenador personal de la biblioteca

A la inquieta sor María Jesús Galán la Era tecnológica le ha servido para abrir esa gran "caja de sorpresas" que dice que es el convento de clausura toledano de Santo Domingo El Real (1364) en el que entró, llamada por la fe, en 1976.

Abierta, conversadora, sonriente y servicial, María Jesús frunce el ceño entre risas cuando se le define como 'sor Internet', un término que le queda corto porque, afirma, sin dejar de reirse, que en realidad es "sor muchas cosas" y "como Petra, criada para todo".

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María Jesús, de 51 años, es la orgullosa archivera del convento, pero también su historiadora, contable, cocinera alterna, costurera, consejera y amiga de las otras quince monjas y postulantes que alberga el viejo convento, que en otros tiempos acogió a 160 hermanas.

"Comprendo que la vida ofrece muchas más cosas", dice comprensiva María Jesús, para justificar la escasez de vocaciones religiosas, pero ella dice estar muy contenta con su elección.

María Jesús comparte la enorme casa con monjas y postulantes keniatas, una colombiana y el resto españolas, "de 24 a 80 y muchos años". El pico no lo dice para no molestar a las más mayores, afirma con una sonrisa pícara.

Reliquias

'Sor Internet' trabaja en la valiosa biblioteca-celda que cobija libros que provocan temblor en las manos al cogerlos, como un breviario de 1382, encontrado, emparedado, entre los gruesos muros del convento.

Su otro rincón favorito es lo que llama 'pescadería', un espacio también reducido llamado así porque en otro tiempo era donde se hacía la salazón del pescado y hoy alberga documentos de los siglos XII y XIII y otra obra singular: 'El Becerro', de 1568.

"Es el libro de los cotilleos de Toledo", dice María Jesús, que asegura que la lectura de sus 61 páginas (es decir, pergaminos) es muy instructiva porque se cuentan detalles de la vida cotidiana del silo XVI en la mágica y universal Toledo.

Informatizado

Sor María Jesús tiene todo este valioso material meticulosamente inventariado en fichas en el ordenador personal de la biblioteca, y más de cien libros, incluido 'El Becerro', los ha ido escaneando pacientemente y forman parte del rico legado dominico.

La Era Internet llegó al convento en el año 2000, cuando su banco les sugirió a las monjas la idea de revisar sus cuentas por esa vía y así se ahorraban los desplazamientos a la entidad.

"Antes tenías que salir y ahora no. Simplemente consultas los saldos y haces las transferencias por Internet", dice.

Un gran adelanto

La red de redes tiene otra gran utilidad. Las monjas debían salir de su clausura para pedir cita al médico, pero ahora pueden hacerlo por Internet en la web del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam). Paradójicamente, Internet las ha enclaustrado más.

"Sor Internet" habla y domina el lenguaje "ad hoc" de usuarios de ordenadores e internautas y tiene muy claro que la web es muy útil porque "encuentras lo que quieres si vas con una mirada limpia".

 
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