La madre de Alba dice que no pensó que su hija corriera peligro con su pareja
Tres años después de recibir la brutal paliza, Alba va en silla de ruedas
Ana María C., acusada de los graves maltratos a su hija Alba, ha declarado este jueves ante el tribunal que la juzga en Barcelona por intento de asesinato que no pensó que su hija pudiera correr peligro cuando en marzo de 2006 se quedó a solas con su compañero sentimental y también imputado, Francisco Javier P.
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En medio de una gran expectación, el juicio por los malos tratos sufridos por la niña Alba -que tenía cinco años cuando sucedieron los hechos-, se ha iniciado este jueves en la Audiencia de Barcelona, donde Ana María C. se ha negado a responder a las preguntas del fiscal y de las acusaciones y únicamente ha contestado con frases muy breves y monosílabos a su defensa.
La madre de Alba ha asegurado que nunca vio que su hija tuviera moratones y que sólo en dos o tres ocasiones se percató que cuando la niña se quedaba a solas con Francisco Javier P. ésta la llamaba, pero no le dio importancia, por lo que el 5 de marzo de 2006, cuando el acusado se quedó a cargo de la menor y le propinó una brutal paliza, no pensó que la niña pudiera correr peligro.
Alba, la niña maltratada por su madre y su compañero sentimental, para los que la Fiscalía y la Generalitat piden entre 19 y 26 años de prisión, es capaz de comprender y de expresar emociones, pero no emite más que sonidos guturales y palabras sueltas y va casi siempre en silla de ruedas.
A pocos meses de que se cumplan tres años de la brutal agresión que recibió en su entorno familiar más próximo en Montcada (Barcelona), Alba ya ha cumplido ocho años yestá ingresada en un centro tutelado de la Generalitat especializado en menores con grandes discapacidades. Su padre, que reside en Huesca, acude cada quince días a visitarla al centro donde está ingresada, aunque no ha solicitado todavía su tutela.
La silla de ruedas es su compañera permanente, aunque es capaz de caminar algunos metros con ayuda de muletas, y requiere de la atención permanente de otra persona para realizar las actividades básicas, según han explicadoeste jueves fuentes judiciales. Pese a sus limitaciones, la niña asiste al colegio y mantiene buenas relaciones con su entorno.
Las mismas fuentes judiciales, cercanas al caso, han señalado que Alba ha sido sometida ya a tres intervenciones para intentar paliar los efectos de las palizas y es propensa a coger enfermedades - como una meningitis - debido a que su sistema inmunológico está muy debilitado.
El maltrato continuado del que fue objeto Alba poneademás al descubierto las negligencias y los errores de coordinación de las administraciones implicadas, que se revelaron incapaces de evitar tanta violencia.