El Gobierno reconoce que el acuerdo sobre financiación autonómica no se cerrará antes de fin de año
Zapatero confía en que todas las comunidades acepten un nuevo modelo, con el objetivo de que al menos la educación, la sanidad y los servicios sociales, estén al mismo nivel en todas las autonomías
El Gobierno cree que el acuerdo definitivo sobre la nueva financiación autonómica no se podrá cerrar antes de que acabe el año y que podría retrasarse, incluso tres meses, hasta el mes de marzo.
Así lo han señalado a la SER fuentes cercanas a los asistentes a las reuniones de ayer en Moncloa, que creen que sí puede quedar encarrilado antes del 31 de diciembre un principio de acuerdo sobre las bases que deben regir el nuevo modelo.
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Estas mismas fuentes aseguran que tanto Zapatero como Solbes están tranquilos y seguros de que habrá acuerdo con todas las comunidades. Con Cataluña se han producido avances, aunque puede ser el escollo más difícil de resolver, porque dicen estas fuentes, el conseller Antoni Castells, ha tensado demasiado la cuerda.
Explican la situación señalando que si el acuerdo hubiera que cerrarlo con los planteamientos de Castells sería muy complicado, pero que con Montilla sí que se puede lograr. El Gobierno confía en que todas las comunidades acepten el nuevo modelo, ya que se van a crear dos fondos de compensación que servirán para reequilibrar la financiación de las autonomías con menor crecimiento de población en los últimos años. Se trata de conseguir que todas las comunidades salgan ganando o que, al menos, ninguna salga perdiendo con el nuevo modelo.
El principal objetivo es lograr el mismo sistema de nivelación, es decir, que la educación, la sanidad y los servicios sociales, incluida la ley de dependencia, estén al mismo nivel en todas las comunidades. La incógnita es, como avanzó la SER, si esa nivelación se extenderá también al terreno de la Justicia, ya que varias autonomías aún no tienen transferidas las competencias en esta materia.
En los próximos días habrá nuevas negociaciones técnicas y Zapatero intentará calmar el malestar que se ha generado entre los barones socialistas reuniéndose o hablando por teléfono con todos los presidentes autonómicos del PSOE.




