El narco asesinado no estaba amenazado de muerte

Según pudo saber la CADENA SER a través del abogado de Leónidas Vargas, el narcotraficante asesinado en el hospital 12 de octubre no estaba amenazado. Por otra parte, el fiscal tenía previsto solicitar 24 años de prisión

Fue un crimen muy limpio, cinematográfico. En un hospital público, un asesino entra en la habitación donde está ingresado un narcotraficante colombiano, y con una pistola con silenciador lo ejecuta sobre la misma cama.

Sin ser reconocido, sin testigos, el sicario sale del lugar y desaparece. La escena parece de una típica película de gangsters pero ha ocurrido en Madrid, en el hospital 12 de octubre.

Leónidas Vargas era un narcotraficante colombiano que estaba en prisión a la espera de un juicio por el que el fiscal iba a solicitar 24 años de cárcel. Enfermo de cáncer, había ingresado en el Hospital días pasados, no tenía custodia policial.

L.V. había sido detenido con un pasaporte falso venezolano, y ya tenía amplios antecedentes en Colombia donde había purgado una condena de 19 años de prisión de la que se benefició con una reducción de condena. Fue liberado en 2002.

La Audiencia Nacional le había otorgado la prisión atenuada porque estaba en un estado de salud muy grave, además, Vargas cumplía escrupulosamente con los requerimientos judiciales. Se presentaba puntualmente a firmar y su conducta era correcta. Por estas razones es que se dispuso que en su ingreso al hospital no estuviera bajo vigilancia.

Según su abogado, Vargas no estaba siquiera amenazado, por lo que el crimen tomó por sorpresa a su propia familia.

Las autoridades estaban evaluando los vuelos tomados con destino a Colombia entre ayer y hoy, porque se supone que el crimen fue cometido por sicarios provenientes de ese país.