Robaba al ejército para pagar deudas de juego

Un mando militar de la Academia General del Aire , en San Javier, robó miles de euros durante años falseando las cifras de ventas de material farmacéutico en varias dependencias militares. Fueron sus propios subordinados quienes después de denunciar sin éxito ante sus superiores lo que estaba ocurriendo , se vieron obligados a colocar una cámara oculta para demostrar el robo.

Fueron cerca de 30.000 euros sustraídos en pequeñas cantidades y durante tres años en la Academia General del Aire de San Javier y la Base Aérea de Alcantarilla.

El autor del robo es el teniente coronel Luis Angulo Delgado que hasta 2006 era jefe de la sección de Farmacia de la Academia y responsable del mismo departamento en la base de Alcantarilla.

Este mando acaba de ser condenado por un tribunal militar a un año y medio de prisión por un delito continuado contra la hacienda militar.

Según la sentencia a la que ha tenido acceso la Cadena SER, el teniente coronel sustrajo desde 2003 a 2006, un total de 28 550 euros (23.000 en la Academia y 5.550 en la Base Aérea). El método era sencillo: extraía el dinero en metálico directamente de la caja fuerte y de la caja de ventas correspondiente al material farmacéutico ; como responsable de la sección de farmacia de ambas instalaciones militares, pudo falsear las cuentas que se remitían a la Sección Económico Administrativa rebajando los ingresos contabilizados y quedándose para sí con la diferencia.

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El fraude, fue detectado en 2005 por dos de sus subordinados, dos cabos que alertaron a sus superiores; la respuesta que recibieron fue que aquello se trataba de una acusación sin pruebas, por lo que, el teniente coronel Angulo continuó robando, casi un año más, sin que ningún mando se lo impidiese y a pesar de que estos ya habían sido informados por los dos cabos, del fraude que estaba teniendo lugar en el departamento.

Cámaras ocultas en la Base

Ante la negativa de sus mandos a investigar el trabajo del teniente coronel, los dos cabos , decidieron instalar cámaras ocultas en el departamento de Farmacia de la Base Aérea de Alcantarilla. Estas cámaras registraron a su jefe, el teniente coronel Angulo, extrayendo billetes de la caja registradora de la farmacia de la base e incluso de la caja fuerte del departamento.

Con ese material los cabos acudieron a sus mandos que finalmente iniciaron una auditoria tanto en la Base de Alcantarilla, como en la Academia General del Aire.

La investigación posterior, reveló que el teniente coronel Angulo utilizaba gran parte del dinero robado al ejército para pagar deudas de juego ya que el mando militar gastaba grandes cantidades en casinos y maquinas tragaperras.

El juez que ha condenado al teniente coronel, advierte en su fallo que la decisión de los cabos de instalar cámaras (completamente irregular según el código militar) estuvo justificada "dada la nula atención que se les prestó por sus mandos más próximos cuando estos denunciaron". Según la sentencia "los mandos deberían haber actuado de otro modo , dando parte de la información recibida de acuerdo con la responsabilidad inherente a su empleo".

No obstante y pese a lo contundente del fallo judicial, el tribunal considera se ha de "tener en cuenta la intachable carrera e impecable hoja de servicios del procesado", así como el hecho de que este haya pasado a la reserva y ya no continúe en activo; por ello considera que el año y medio de prisión al que condenan al procesado es "notablemente excesivo" y solicita al Gobierno el indulto parcial de la pena hasta que esta quede reducida a seis meses.