Economía y negocios

Vivir en un fin de mes infinito

David Solís explica en Hoy por Hoy la situación que llevó a su padre a amenazar con quemarse a lo bonzo si el ayuntamiento no pagaba la deuda de 450.000 euros contraíada con su empresa

Amenaza con quemarse a lo bonzo ante el ayuntamiento para reclamar una deuda

El principio de la historia es la crisis económica, el paro, la falta de crédito o cualquier otra de las expresiones que copan las secciones de economía y los salones de cada casa. El final: un hombre imputado por un delito de desorden público. Los detalles del argumento: dos bidones de gasolina, una deuda de 450.000 euros, un constructor obligado a cerrar su empresa y dejar en la calle a veinte trabajadores. Actitud radical, pero ante todo, desesperada. David Solís, el hijo del empresario que ayer amenazó con quemarse a lo bonzo si el ayuntamiento madrileño de Loeches no le pagaba, ha explicado en Hoy por Hoy que resulta asfixiante vivir en un final de mes infinito.

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David Solís ha ejemplificado muchas de las situaciones que se debaten en el salón de cualquier casa. Él es asalariado y cobra religiosamente cada fin de mes. Pero no es el caso de su padre. Su padre lleva tres años esperando que llegue su fin de mes. Tres años esperando a que llegue el día en el que cobrará los 450.000 euros que el ayuntamiento de Loeches le debe a su empresa de construcción. "Tú no tienes día uno, el final de mes es infinito", ha relatado.

Ese bucle sin fin llevó a Solís a protagonizar ayer una de las imágenes de la crisis. Encerrado durante tres horas en su camión, frente al consistorio y con dos bidones de gasolina, reclamó al alcalde, Pedro Díaz (PSOE), que le abone la deuda contraída con su empresa por diversas obras públicas en la localidad.

El Ayuntamiento madrileño se ha comprometido, según ha informado su hijo, a adelantar 180.000 euros hasta el 20 de febrero y a negociar el resto a partir de esa fecha. Tres años después de frases como "No tengo dinero", "ahora mismo no" o "está reunido", "no os puede recibir..." Incluso "el dos de diciembre lo vas a tener solucionado" y luego, nada.

Los pagos de las administraciones siempre se retrasan "pero hasta este caso, ninguno", ha dicho el hijo. La confianza de los bancos ha bajado, la línea de crédito se ha visto reducida. "Es otra de las paredes de presión", ha concluido.

David Solís: "El final de mes es infinito"