Beppino Englaro: "Si Eluana hablara podría decir que no a la alimentación"

Beppino Englaro está viviendo unos días doblemente dolorosos. Por una parte se enfrenta a la muerte de su hija, por otro al Gobierno italiano. "Llevamos 17 años luchando para una cosa que nosotros ya desde el accidente teníamos claro" ha afirmado el padre de Eluana con respecto a la ley que está llevando a cabo el Gobierno Italiano para evitar la muerte de la joven.

El señor Englaro ha pasado por el programa de la Cadena SER "La Ventana" donde ha explicado que el día del accidente "hace 6.332 días" ya tenían muy claro que a Eluana no le hubiese gustado que la dejasen vivir en esa situación. Sin embargo, lamentaba Beppino "no contamos con todos aquéllos defensores de la vida. Otros decidieron por nosotros y decidieron que Eluana tenía que vivir sin límites".

El aplomo y la seguridad de Beppino Englaro llaman la atención, está muy seguro de lo que querría su hija pese a que haga algo más de 17 años que no puede comunicarse con ella. Sin embargo, es compresible su seguridad ya que según nos ha contado "en casa habíamos hablado muchas veces de cómo tendríamos que actuar en el caso de que nos encontrasemos en esa situación".

El tema surgió el día que Eluana volvió del hospital de ver a un amigo que se encontraba en coma, "cuando llegó a casa estuvimos hablando y todos coincidimos en que preferiríamos morir a que nos mantuviesen con vida" nos contaba Beppino y sentenciaba: "Si Eluana hablara podría decir no a la alimentación".

En cuanto al revuelo y los debates que ha generado el caso de la joven en Italia, Beppino Englaro ha subrayado: "Mi hija es simplemente pureza y libertad. No condena a vivir. Hemos respetado a todo el mundo y queremos que todo el mundo nos respete a nosotros. Respetamos a todos por lo que son. No pedimos nada, pedimos simplemente dejar morir. Nunca habríamos pensando que encontrariamos todos estos problemas" lamentaba Beppino.

Desde que hace tres días la joven dejase de recibir alimentos ni hidratación alguna, el padre de Eluana ha afirmado que prefiere "no dar explicaciones sobre el estado. Todo evoluciona como debe" ha dicho, sin embargo su neurólogo, Carlo Alberto Defanti, ha explicado hoy que la joven se encuentra en un "estado físico óptimo", en unas declaraciones publicadas por el "Corriere della Sera". De ser así, este hecho no favorecería en absoluto a la familia ya que el el Gobierno italiano podría actuar a tiempo para impedir la muerte de la joven ya que la votación en el Senado del proyecto de ley que pretende evitar la muerte de Eluana se celebrará mañana.

El Ejecutivo de Silvio Berlusconi espera aprobar en tiempo récord este proyecto de ley antes de que "sea demasiado tarde" y los médicos declaren que las condiciones físicas de Englaro, de 38 años y en estado vegetativo desde 1992, son irreversibles tras la suspensión de la alimentación.

La carrera contrarreloj comenzará hoy a las 19.00 hora local cuando el proyecto de ley se presente en el Senado para la discusión de las enmiendas presentadas, en la que se espera una sesión maratoniana que puede durar toda la noche. El Partido Radical, el único que hasta ahora se ha mostrado totalmente contrario a la aprobación de la ley, anunció hoy que presentará cerca de mil enmiendas.

El neurólogo milanés Defanti ha estado al cuidado desde hace años de Eluana y es uno de los autores del actual protocolo médico que llevará a la joven, de la que está pendiente toda Italia, a la muerte por hambre y sed. "Durante la primera semana sin alimentación ni hidratación no debería correr grandes riesgos. Su estado físico es óptimo. Probablemente y subrayo -dijo- estará en grado de resistir incluso más de la media". Respecto a su estimación sobre cuándo se produciría el óbito de la joven, si continúa el proceso, Defanti respondió: "Desde el momento de la suspensión (el viernes pasado) a la muerte podrían pasar incluso de 12 a 14 días".

Preguntado sobre qué argumentos basa su valoración, Defanti afirmó: "En cuanto a lesiones cerebrales Eluana es una mujer sana. Jamás ha sufrido una enfermedad, jamás ha necesitado ni siquiera de antibióticos". El accidente de tráfico que Eluana sufrió cuando regresaba de una fiesta el 18 de mayo de 1992 y la postró en estado vegetativo no ha causado consecuencias en los órganos internos. "Los órganos internos no están lesionados. Los exámenes que le realizado en la clínica de Lecco, donde estuvo ingresada la joven hasta su traslado a ''La Quiete'', en Udine, el pasado 2 de febrero, eran perfectos". El neurólogo comentó que el pasado mes de octubre Eluana sufrió una hemorragia interna "de la que se recuperó sola, sin transfusiones lo cual es un síntoma de su buena condición física".

El médico refirió que ha cuidado de Eluana Englaro y que ahora la está ayudando a morir. "Ayudo a una persona a cumplir su propia voluntad. Se trata de un ser humano indefenso que ha sido traicionado por todos, excepto por su padre y otros pocos. Y quizá lo sea todavía. Asumo mi responsabilidad. No doy un paso atrás". Eluana permanece ingresada en una habitación de la casa de reposo "La Quiete", convertida ya en punto de afluencia de los defensores de la vida, quienes han depositado fotografías de Eluana, de la Virgen, flores, velas y convertido los exteriores en una suerte de altar en cuyos alrededores guardan vigilias y protestan con grandes carteles por la agonía de la joven.

El protocolo previsto para Eluana incluye dos fármacos listos para su uso en forma de inyecciones subcutáneas: "Delorozepam (ansiolítico) y Fenobarbitela Luminale (anti-epiléptico) para prevenir los espasmos. Los sedativos -aseguran los médicos- calmarán las contracturas y los calambres producidos por la carencia de sales minerales, y aunque las mucosas se mantendrán hidratadas, nada podrá impedir que Eluana se suma en un progresivo sopor típico de la privación de agua, que después se convertirá en coma, en un sueño profundo. O que sus órganos internos comiencen a no funcionar. Esta vez, si el inesperado proyecto de ley no lo impide, su corazón se parará entre 10 a 12 días como consecuencia de la deshidratación.