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El Kadima de Livni gana las elecciones israelíes, según los sondeos a pie de urna

Aún con la diferencia que marcan las encuestas, Netanyahu tendría más posibilidades de formar una coalición de gobierno con el ultraderechista Leiberman

El gubernamental partido centrista Kadima de Tzipi Livni habría ganado los comicios generales en Israel, según los sondeos a pie de urna divulgados al cierre de los colegios electorales.

De confirmarlo el computo oficial, ese resultado daría a Livni la posibilidad de intentar formar gobierno algo en lo que, no obstante, su rival conservador, Benjamín Netanyahu del Likud, tendría mejores opciones si la líder del Kadima fracasa en el empeño.

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De acuerdo con los sondeos de las cadenas televisivas Canal 1 y Canal 10, el Kadima habría obtenido 30 diputados frente a 28 del Likud, en tanto que el de la televisión Canal 2 otorga 29 al partido de Livni por los 27 que habría conseguido el de Netanyahu. Otra encuesta, colgada en la versión digital del diario Yediot Aharonot, concede 28 escaños al Kadima y 26 al Likud.

Ninguno de estos sondeos tiene carácter oficial y habrá que esperar al escrutinio de los votos, cuyos primeros resultados parciales empezaran a divulgarse a partir de la medianoche.

De confirmarse los sondeos, la alta participación, mayor de lo previsto y que superará el 65% pese a lo inclemente de las condiciones meteorológicas, en una jornada tormentosa en la que no paró de llover, habría beneficiado a Kadima.

El Likud aventajaba por un corto margen a Kadima en las encuestas previas y los expertos consideraban que sólo una alta afluencia a las urnas entre el millón de indecisos -el veinte por ciento del electorado-, permitiría al partido de Livni superar al de Netanyahu.

Entre Leiberman y Barak

La victoria da a la líder de Kadima la oportunidad de intentar la formación de una nueva mayoría entre los 120 escaños del parlamento.

Y en ese intento se perfilan decisivos la formación ultraderechista Israel Beitenu de Avigdor Leiberman, y el izquierdista Partido Laborista de Ehud Barak, que los sondeos a pie de urna otorgan quince diputados y catorce diputados, respectivamente.

El apoyo de los laboristas no sería suficiente a Livni para formar el nuevo ejecutivo ante la mayoría de formaciones conservadoras en el arco parlamentario, en el que la líder de Kadima tendría que contar con partidos de carácter ultra ortodoxo.

En caso de que no fructificaran sus gestiones, Livni se vería entonces obligada a recurrir a Israel Beitenu, un partido de tintes xenófobos que tendría aún peor encaje que los ultra ortodoxos en una eventual mayoría parlamentaria de centro izquierda.

Las distintas posibilidades centrarán los esfuerzos de Livni en las tres semanas que tiene para intentar integrar un gabinete, sin que pueda descartarse tampoco una coalición entre Kadima y Likud, en lo más parecido a un gobierno de unidad nacional.

Netanyahu, convencido de su victoria

Adelantándose a los acontecimientos, el propio Netanyahu aseguró esta noche que será el próximo primer ministro israelí, pese al aparente varapalo que ha recibido en las urnas cuando hace un par de meses todas las encuestas le daban como claro vencedor electoral.

"Yo seré el gobierno de Israel. Pido a todas las fuerzas nacionales que se alineen detrás de mí para cambiar el gobierno", dijo el líder del Likud al Canal 2 de la televisión.

Pero en un adelanto también del feroz juego de transacciones que se avecina en el tablero político israelí, la presidenta del parlamento y dirigente de Kadima, Dalia Itzik, le replicó que será Livni la que forme el próximo gobierno del Estado judío.

"No formó el anterior (gobierno), y no formará el próximo", matizó en declaraciones al Canal 1 la presidenta del parlamento sobre las ambiciones del líder conservador y jefe de la oposición.

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