Más cerca de la curación del resfriado
Un grupo de científicos ha secuenciado el genoma del virus del resfriado. Es uno de los más volubles, se han detectado hasta 800 mutaciones en las cepas
Un equipo de científicos ha secuenciado el genoma de casi un centenar de variedades del virus causante del resfriado común y ha descubierto que dos cepas pueden intercambiar su material genético dentro del cuerpo humano y crear así un nuevo tipo de virus.
Así lo afirman en la revista estadounidense 'Science' investigadores de la University of Maryland School of Medicine, del J. Craig Venter Institute y de la University of Wisconsin-Madison (EEUU).
Más información
Con la secuenciación del material genético de estas cepas, recogidas de fosas nasales humanas de todo el mundo a lo largo de 20 años, se ha obtenido información importante del virus: los científicos cuentan con su código de instrucciones vitales, que ya han empezado a descifrar.
¿Un tratamiento efectivo?
De esta manera, esperan encontrar respuestas relativas a la evolución, estructura, actuación y vulnerabilidad del patógeno y desarrollar, por fin, un tratamiento efectivo contra el resfriado.
Por el momento, han descubierto que el árbol genealógico del virus se divide en tres ramas -no en dos, como se presumía anteriormente-: A, B y C, esta última poco común pero muy virulenta y capaz de infectar incluso las células más profundas del pulmón.
Las 99 cepas estudiadas se organizan, a su vez, en quince pequeños grupos.
Los científicos también han constatado la alta tasa de mutación del virus: en comparación con las muestras más antiguas, las más recientes acumulaban hasta 800 mutaciones en diversos lugares del genoma.
Ahora, deberán descubrir si existen lugares genéticos más propensos a la mutación y la flexibilidad genética del virus para responder a los cambios del entorno, incluida la respuesta inmunológica.
Uno de los hallazgos más relevantes es que dos cepas del virus pueden intercambiar secuencias de material genético, esto es, recombinarse dentro del organismo de una persona infectada.
Este proceso, cuya existencia descartaban estudios previos, puede originar nuevas cepas y nuevas manifestaciones clínicas.
"Existe la posibilidad de que esto lleve a la aparición de nuevas cepas de rinovirus -virus del resfriado- con propiedades muy dramáticas", afirma la investigadora Claire M. Fraser-Liggett.
El más contagioso
Sin embargo, el equipo lanza un mensaje tranquilizador: con las secuencias genéticas de virus en la mano y con la idea de cómo intercambian genes, llegará el día en que sea posible predecir la virulencia del patógeno y crear antivíricos que luchen contra la infección.
La variedad de cepas, la acumulación de mutaciones y la capacidad de recombinación del virus explican por qué un único tratamiento no puede combatir todos los resfriados y descartan la idea de una vacuna.
"Quizá puedan desarrollarse diversas medicinas, dirigidas a regiones genéticas específicas de ciertos grupos víricos. La elección del tratamiento prescrito se basaría en las características genéticas del rinovirus que causa la infección", reflexiona Liggett.
El virus del resfriado es uno de los patógenos más contagiosos y prevalentes del ser humano: cada año, un adulto puede verse afectado por una media de dos a cuatro infecciones, una cifra que llega hasta 10 en los niños en edad escolar.
Los investigadores explican que esta infección es responsable de la mitad de los ataques de asma y tiene relación con la bronquitis, la sinusitis, las infecciones del oído medio y la neumonía.
En el caso de los niños, la exposición a este virus puede desencadenar la aparición de asma a partir de la adolescencia.
"Normalmente pensamos en los catarros como una molestia, pero puede debilitar a las personas más jóvenes y a los ancianos, así como desencadenar ataques de asma a cualquier edad", indica uno de los responsables de la investigación, Stephen B. Liggett.