Un proveedor de IBM, Microsoft, Dell, Lenovo y HP, acusado de explotación laboral en China
Una ONG estadounidense denuncia a la empresa que suministra teclados a las grandes tecnológicas por mantener a cerca de 2.000 empleados con jornadas de 12 horas por unos 0,51 céntimos de euro la hora
Los teclados y cartuchos de tinta que utiliza Hewlett-Packard salen de una fábrica situada en la ciudad china de Dongguan. Cada trabajador ensambla una 3.250 teclas a la hora, un trabajo por el que percibe medio euro la hora. Su sueldo al final del día, después de doce horas frente a una cadena de montaje de la que no se puede alejar ni para ir al baño, es de seis euros. La ONG estadounidense National Labor Comittee ha denunciado a Meitai Plastics & Electronics, proveedor de IBM, Microsoft, Dell, Lenovo y Hewlett-Packard, por mantener a sus cerca de 2.000 empleados, la mayoría jóvenes de entre 18 y 25 años, en situación de "explotación laboral".
"Hablar, escuchar música, meterse las manos en los bolsillos o levantar la vista para mirar alrededor" forman parte de lo no permitido para los trabajadores del proveedor tecnológico, según el informe de la ONG titulado 'Miseria de Alta Tecnología en China'.
Para asegurarse de que ninguna trabajadora incurra en una infracción, la fábrica tiene guardias de seguridad que vigilan a los trabajadores y se aseguran, entre otras cosas, de que sólo vayan al baño en sus periodos de descanso.
Entre las obligaciones de los trabajadores está la de "vigilarse unos a otros". También se menciona que "todos los empleados deben amar su compañía como si fuera su casa" o "todos los empleados deben establecer un vínculo entre la prosperidad de la fábrica y su honor personal".
Encerrados
La fábrica funciona 24 horas al día en dos turnos de 12 horas, por los que rotan las trabajadoras cada mes. Los empleados pasan cuatro días a la semana "encerrados" en la fábrica. Prohibido dar un paseo. Para evitarlo, disponen de unos dormitorios comunales que consisten en habitaciones con hileras de literas de metal alineadas en la pared.
En verano, las temperaturas en esos dormitorios son "asfixiantes", ya que está prohibido utilizar la electricidad con fines personales y los empleados no ganan lo suficiente para pagar el aire acondicionado. Concretamente, usar "la electricidad de la empresa" en el dormitorio está castigado con la pérdida de un día y medio de salario.
Existe una retahíla de acciones consideradas infracciones por la compañía. Cambiar de cama sin autorización cuesta siete horas de salario; usar el ascensor sin permiso, día y medio de sueldo; colocar objetos personales en el lugar de trabajo, cuatro horas y medio de sueldo; o llegar entre uno y cinco minutos tarde, dos horas de salario.
La factoría ha pasado varias auditorías realizadas por empresas occidentales, aunque, según testimonios de los trabajadores recogidos en el informe, los auditores estaban "más preocupados por la calidad de los productos" que por las quejas de los empleados. Ahora, la coalición Electric Industry Citizenship, compuesta por 30 compañías, entre las que se incluyen las acusadas, ha anunciado que realizará una nueva auditoría, según el periódico Shanghay Daily.




