Michael Greenberg presenta el libro que relata la enfermedad de su hija
'Trastorno bipolar', una enfermedad que afectó a su hija adolescente y cambió la vida de toda la familia. El libro "Hacia el Amanecer" relata las vivencias que sirven para orientar a muchos padres ante el drama de una enfermedad difícil de tratar
El periodista norteamericano Michael Greenberg narra su íntima experiencia con la enfermedad bipolar de su hija en el libro "Hacia el amanecer", para compartir su soledad ante "ese misterio que se despertó en Sally como un volcán, de pronto, a sus 15 años, y que reside en la naturaleza humana".
"Ante un trastorno así, todos nos sentimos impotentes y culpables, pero nadie lo es, pues es parte de lo que somos, aunque no lo miremos ni lo examinemos. Hay mucho que aprender en los desórdenes mentales que han estado con nosotros desde los primeros días de la vida humana", declaró Greenberg al presentar hoy su libro (Seix Barral).
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Y explicó que esta enigmática enfermedad, que ya existía entre los antiguos griegos, se da en el mismo porcentaje en cualquier población del mundo, desde Manhattan a Madrid o Papúa Nueva Guinea.
"No es social, ni ambiental, surge sencillamente, envuelta en misterio".
Greenberg que reside en Nueva York, es un columnista literario del Times que colabora en el "The Boston Review y The New York Review of Books". A los 18 años pasó un tiempo en Argentina, donde se definió su profesión de periodista y aprendió a hablar español.
"Hacia el amanecer" llega precedido de un éxito de ventas y crítica en EEUU. Elegido por la revista Time como uno de los 10 mejores títulos de no ficción, Amazon lo distinguió como el segundo mejor libro de 2008.
Sally sufrió una crisis maniaca el 5 de julio de 1996. Ese día "mi hija se volvió loca y su desmoronamiento marcó un momento crucial en la vida de ambos", inicia Greenberg este relato que ha causado conmoción.
"De la noche a la mañana, nos habíamos convertido en unos extraños", añade sobre esa soledad que vivió y que, según confiesa, le impulsó a esta tarea "muy difícil", y es que -dice- "hay mucha publicidad de crímenes psicóticos y se escucha poco su sensibilidad".
La experiencia con su hija le ha dejado una sabiduría sobre "nuestras relaciones más íntimas" que "son mucho más frágiles de lo que creemos y algo precioso, con mucho más valor de lo que pensaba".
Tras aquel brote de Sally, todo resultó complicado y costoso.
"Casi nos arruinamos con tratamientos, y fue un gran choque comprobar lo poco que se sabe. Uno quiere creer que hay sabiduría en algún lugar del mundo, pero los especialistas son tan impotentes como nosotros, y no es su culpa, es una enfermedad única y enigmática".
Hoy confesó que contarlo ha sido una experiencia catártica aunque no era lo que buscaba. "Si decidí publicar algo tan íntimo fue porque no había que esconderlo como si fuera una vergüenza. Quise ayudar a las familias que tienen cerca la locura, a vivir su soledad".
