China, el baluarte de la pena de muerte
El 72% de las condenas ordenadas en 2008 se ejecutaron en este país, según el informe de Amnistía Internacional.- Al menos 2.390 murieron por una sentencia de este tipo
Amnistía Internacional (AI) ha revelado que al menos 2.390 personas fueron ejecutadas por pena de muerte el año pasado en todo el mundo. El 72% de estas ejecuciones tuvieron lugar en China. Bielorrusia es el único país europeo que autoriza la pena capital. Las penas de muerte se ejecutaron en 25 países y al menos 8.864 personas fueron condenadas en un total de 52 estados, según el informe Condenas a muerte y ejecuciones en 2008.
Más información
Amnistía Internacional recuerda que existe el riesgo de ejecutar a inocentes, como cuatro condenados a muerte que fueron excarcelados en Estados Unidos al haberse demostrado su inocencia. otros recibieron juicios injustos como casos reseñados en el informe en Afganistán, Arabia Saudí, Irán, Iraq, Nigeria, Sudán y Yemen.
El documento subraya la forma discriminatoria en que se aplicó la pena de muerte el año pasado, ya que hubo un número desproporcionado de condenas a personas pobres y a miembros de minorías y comunidades raciales, étnicas y religiosas en países como Arabia Saudí, Estados Unidos, Irán y Sudán.
Condiciones de reclusión
Por si la amenaza que pesa sobre los condenados a muerte fuera poca, muchos viven en duras condiciones de reclusión y soportan penalidades psicológicas, según AI. Por ejemplo, en Japón es habitual no informarles de su ahorcamiento hasta la misma mañana en que se lleva a cabo y a sus familias no se les comunica hasta que ya ha tenido lugar la ejecución.
El estudio destaca que la mayor parte del mundo avanza hacia la abolición de la pena de muerte, pues sólo se registraron ejecuciones el año pasado en 25 de los 59 países que la mantienen. Por contra, San Cristóbal y Nieves registró la primera ejecución llevada a cabo en América fuera de Estados Unidos desde 2003, y Liberia reintrodujo la pena de muerte para los delitos de asalto, terrorismo y secuestro de vehículos.
La secretaria general de AI, Irene Khan, ha asegurado que "la pena de muerte es la forma más extrema de castigo cruel, inhumano y degradante. Las decapitaciones, electrocuciones, ahorcamientos, administraciones de inyecciones letales, fusilamientos y lapidaciones no tienen cabida en el siglo XXI". "La buena noticia es que sólo llevaron a cabo ejecuciones un pequeño número de países, lo que muestra que estamos más cerca de conseguir un mundo sin pena de muerte", ha manifestado Khan.