Obama promulga una ley que protege a los consumidores endeudados por las tarjetas de crédito
La ley prohíbe el aumento arbitrario en las tasas de interés y los cambios súbitos en los contratos entre otras prácticas de los bancos
Obama, que durante la campaña electoral se presentó como un firme defensor de las clases media y trabajadora, señaló que la mayoría de los estadounidenses utiliza las tarjetas por conveniencia o como una `muleta temporal para costear algún gasto imprevisto?.
`Estamos poniendo en marcha algunas reformas de sentido común diseñadas para proteger a los consumidores?, dijo Obama rodeado de líderes de ambas cámaras del Congreso que patrocinaron la ley.
Más información
Para una minoría de consumidores, su uso se convierte en una `dependencia inestable e incómoda?, y terminan gastando más de lo que tienen. En estos tiempos de crisis, muchos se han quedado sin trabajo o sin seguro, o han visto aumentar sus hipotecas, por lo que dependen de las tarjetas `precisamente porque querían cumplir con sus responsabilidades y quedaron atrapados?, explicó Obama.
Obama recalcó que su Gobierno no `excusa ni condena a quienes han actuado de forma irresponsable? y que la gente `tiene que vivir dentro de sus medios y pagar lo que debe?. Pero añadió que `las instituciones financieras tienen que actuar con transparencia y responsabilidad?.
Se calcula que cerca del 80 por ciento de las familias en EEUU tiene una tarjeta de crédito y el 44 por ciento de ellas mantiene un saldo. El promedio de deuda supera los 7.000 dólares (5.010 euros).
Se estima que cada año los estadounidenses pagan aproximadamente 15.000 millones de dólares (10.736 millones de euros) en multas.
La ley, que entrará en vigor dentro de nueve meses, prohíbe aumentos arbitrarios en las tasas de interés u otras tarifas ocultas, exige claridad en los términos de los contratos y publicarlos en Internet, y un aviso de 45 días de antelación para cualquier cambio en los intereses.
Los bancos no podrán aumentar los intereses de forma retroactiva a menos que haya un atraso de 60 días en los pagos o incrementarlos con base en pagos tardíos que tenga el cliente con otra entidad.
Las instituciones tendrán que restablecer la tasa de interés original más baja si el cliente se mantiene al día con sus pagos durante al menos seis meses.