Susan Boyle pierde en el concurso concurso de televisión 'Britain's Got Talent'
La cantante era la gran favorita.- Su estilo estrafalario contrastado con una voz brillante dio una popularidad mundial a sus actuaciones, difundidas a través de Internet
En un sueño que casi se volvió realidad, Boyle ha caído derrotada en la final del programa Britain's Got Talent por una compañía de baile llamada Diversity. Después del anuncio, la escocesa de 47 años se ha dirigido al público y ha sacudido la cadera, un movimiento que la ha caracterizado. Horas antes de la votación, Boyle venció la presión y cantó con confianza la pieza que la convirtió en una sensación en Internet: I Dreamed A Dream, de la obra Los Miserables. Portando un vestido centelleante que llegaba al suelo, interpretó la misma canción que escogió para su audición inicial en abril y que catapultó su popularidad en todo el mundo.
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Después de cantar, la escocesa, que sufre dificultades de aprendizaje ha recibido una ovación de parte del público y los jueces. Diversity recibirá un premio de 159.000 dólares y la oportunidad de actuar frente a la reina Isabel II en el Royal Variety Show.
Boyle y otros nueve competidores cantaron en directo frente a millones de británicos y espectadores de todo el mundo que la vieron por Internet. La ocasión en la que Boyle cantó por primera vez ha sido vista millones de veces y se ha convertido en el quinto vídeo más visto en la historia de YouTube.
Desde entonces ha aparecido en el programa Oprah Winfrey Show, uno de los más vistos en Estados Unidos. Las noticias de Boyle han llegado a Twitter y a la prensa sensacionalista de Gran Bretaña, haciendo que Boyle se sintiera presionada.
La joven, voluntaria en la iglesia de su pueblo, perdió la calma esta semana durante una confrontación con dos periodistas en la que intervino la policía. Un juez del programa dijo que Boyle planteó abandonar la competición para por su estado de nervios.
Sus contrincantes no fueron poca cosa: el diario The Sun publicó una foto en portada de Hollie Steel, una niña de 10 años que rompió a llorar mientras cantaba Edelweiss del musical "La novicia rebelde". Los jueces le permitieron cantar la canción de nuevo.
Boyle entró a la final como la favorita, según William Hill, una casa editorial británica que ofreció realizar apuestas sobre quién ganaría la competición. La final del concurso no fue transmitida en directo en Estados Unidos ni por televisión ni Internet, así que los seguidores de Boyle tuvieron que verla en portales de internet como YouTube, donde los productores del programa colocaron los vídeos de las actuaciones.