Nueva Orleans celebra un particular San Fermín
Este fin de semana llegan a Nueva Orleans (Luisiana, EEUU) unos peculiares Sanfermines en los que los "toros" van en patines
La tercera edición de los Sanfermines estadounidenses contará con todos los ingredientes que cada año atraen a miles de personas a las calles de la capital navarra: pañuelos rojos, camisas blancas, vino, un abarrotado pregón de fiestas y, por supuesto, encierros.
Hacia las 8 de la mañana del sábado, una legión de 80 patinadoras, con cuernos pegados al casco y un bate de plástico en la mano, comenzará a perseguir a los valientes que se atrevan a correr por las calles del popular barrio francés de Nueva Orleans.
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Aunque los organizadores instruyen a las patinadoras a "golpear sin compasión", la gran queja de la pasada edición de la fiesta sostenía que no hubo suficientes heridos, y que los bates sólo provocaban arañazos.
"Así que vamos a pegar un poquito más fuerte este año", dijo Dawn Edwards, una de las patinadoras, a la emisora de radio local WWL.
La idea de exportar la tradicional fiesta navarra se le ocurrió al estadounidense Mickey Hanning en uno de los célebres 'Mardi Gras' de Nueva Orleans, meses después de participar en uno de los concurridos encierros en Pamplona.
Tras bautizarse a sí mismo como "El Padrino", comenzó a mover hilos para organizar una fiesta digna de competir con los famosos carnavales de la localidad sureña.
Tres años después, los Sanfermines estadounidenses ya cuentan con su propio "Txupinazo" en un restaurante español, decenas de conciertos de música latina repartidos a lo largo de tres días, y una gran comilona de despedida en la que entonar, con más o menos éxito, el clásico "Pobre de mí".