Nadal: "Ahora mismo soy un mar de dudas"
El tenista confiesa que el divorcio de sus padres ha afectado su estado anímico
Rafa Nadal ha vuelto a los entrenamientos. Ha estado recuperándose en Mallorca después de que las pruebas médicas que le realizaron la pasada semana en Barcelona resultaran satisfactorias. Nadal ha reconocido que la temporada está muy difícil para intentar recuperar el número uno del mundo pero advierte que aún le queda mucha guerra por dar. / VNEWS
El tenista manacorí Rafa Nadal ha confesado ser "un mar de dudas" a las puertas de su regreso a las pistas tras superar los problemas sufridos en las rodillas, un retorno para el que aún no tiene fecha aunque admite que le gustaría que se diera en Montreal dentro de semana y media.
"El problema siempre es mío por no saber valorar cuándo parar o descansar, aunque es muy difícil valorarlo", ha apuntado el número dos del mundo, que confiesa que tras este prolongado periodo de inactividad es "un mar de dudas". "El respeto que tengo a los rivales hace que tenga muchas más dudas antes de empezar un torneo", ha explicado.
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"No sé cuando volveré. Me gustaría en Montreal en una semana y media. Voy a forzar para probarme antes", anunció el de Manacor, que tras estar dos meses alejado de las pistas por culpa de los problemas físicos tiene como principal preocupación "estar bien de las rodillas".
Ahora prioriza estar "perfecto de las rodillas" a recuperar el número uno. "Parece que voy bien pero quiero estar seguro antes de entrar en una pista", reiteró. "La ilusión no es ser el número uno. Mi único objetivo es el de siempre, estar bien, ser feliz jugando al tenis y mejorar", ha añadido durante la entrevista concedida a Televisión Española, siempre aclarando que no ha tenido "ninguna presión para volver".
Rafa Nadal ha confirmado que sólo volverá cuando se sienta "preparado", una vez superados los problemas físicos y el "mazazo" que supusieron para él los dos últimos grandes de la temporada que se han disputado. "Hace un mes no estaba preparado mentalmente para volver aunque hubiera estado perfecto de las rodillas", tras "el mazazo" que supuso "la derrota en Roland Garros y no poder competir en Wimbledon", ha dicho.
El tenista manacoríha reconocidoque arrastraba problemas en la rodilla derecha desde hacía varios meses, llegando incluso a usar "infiltración y antiinflamatorios en Roland Garros". Una situación que le obligó a ausentarse de Wimbledon, torneo en el que Federer le arrebató el número uno mundial.
"Uno pierde la ilusión y poco a poco te va destrozando"
La lesión le hizo participar mermado en el torneo francés, en el que cayó eliminado ante Robin Soderling en los octavos de final, y faltar a su cita con la hierba londinense, donde defendía título. A tal punto llegaron sus problemas que incluso admitió "perder la ilusión de ir a entrenar y competir".
"Llegué demasiado cascado a los dos torneos que eran importantes para mí, Roland Garros y Wimbledon", lamentó Nadal, que tuvo que alejarse de las pistas para recuperarse. "Uno pierde la ilusión de ir a entrenar y competir, porque no te ves con la misma energía, poco a poco te va destrozando", ha confesado.
El estado de sus rodillas empeoró tras el Masters de Miami, tras el cual el dolor pasó de centrarse en la parte baja a la zona superior de la rótula. El cambio le hizo prescindir de las vendas en sus articulaciones, pues terminaron por convertirse en "un estorbo".
"Al volver de Miami empezó a dolerme bastante la rodilla derecha. Era un dolor distinto. Me quité las vendas y todo el mundo pensó que estaba perfecto, pero el problema es que ya no me dolía abajo, sino en la parte superior de la rótula, las vendas no me ayudaban en nada y eran un estorbo", ha explicado el balear.
A pesar de todo, Nadal siguió compitiendo, una decisión que valora como "un error". Como lo fue su presencia en el Abierto de Madrid, aunque "nadie asegura que hubiera llegado perfecto a París". "Lo ideal hubiera sido parar tres semanas después de Roma para llegar mejor a Roland Garros. No lo hice y quise jugar en Madrid. A toro pasado fue un error", ha reconocido.
El balear pagó cara una decisión que incluso le ha pasado factura en su preparación mental, uno de sus grandes bastiones. "La fuerza mental me ha hecho ganar muchos partidos que eran muy complicados. Me gusta sufrir personalmente, he aprendido a disfrutar sufriendo y creo que es una virtud que tengo". Siempre he estado preparado para luchar", ha sentenciado.
El divorcio de sus padres
Nadal también ha reconocido que sufrió "más de la cuenta" por culpa de la separación de sus padres, sobre todo por el hecho de "no estar en casa", pero que esa situación no le sirve de excusa para enjuiciar sus prestaciones.
"No es realmente lo que me ha afectado, porque eso sucedió hace varios meses y yo gané en Indian Wells, en Barcelona y en Roma. Sinceramente, mi problema real son las rodillas", ha explicado
Nadal subraya que "como humano" al principio es "difícil, no de aceptar sino de asimilar", aunque ahora dice tenerlo "casi totalmente superado", cuando está cerca de volver a las pistas para afrontar la recta final de la temporada, que incluye entre otros el Abierto de Estados Unidos, cuarto grande de la temporada, y la Copa Masters.