Sociedad
Entrevista:

Bono explica que el Gobierno ante el aborto "no puede mirar para otro lado"

El presidente del Congreso defiende la necesidad de cambiar la legislación para reducir las cifras de interrupciones de embarazos

El día en que la ley del aborto comienza su andadura parlamentaria después de haber rechazado las enmiendas a la totalidad presentadas por PP, UPyD, UPN y CiU, el presidente del Congreso, José Bono ha vuelto a insistir en la necesidad de la nueva legislación. Bono rechaza hablar de "derecho" o de "bien" y prefiere insistir en la necesidad de regular las interrupciones del embarazo y "no mirar hacia otro lado". En una entrevista en Hora 25, Bono también ha comentado la publicación conjunta en 12 periódicos catalanes de un editorial en defensa del Estatut. Ha confesado haber sentido sorpresa, pero ha declinado ahondar en sus declaraciones.

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Pregunta: Después de la jornada de hoy en el Congreso, yo no sé si se siente como un hereje.

Respuesta: No, en absoluto, me siento como un diputado que además tengo la responsabilidad de presidir el Congreso de los Diputados y además de haber hecho lo que creo que tengo que hacer, votando en contra de unas enmiendas de totalidad a una Ley que si yo tuviera que ponerle nombre, le diría que es Ley para la Reducción de los abortos. Para mí el aborto no es un bien ni un derecho, es una desgracia, es un mal, pero los gobernantes no podemos mirar hacia otro lado ante una realidad y no regular el aborto lo único que produce es que se vayan a practicar abortos clandestinos. De hecho, con la legislación actual, que algunos pretenden que no hay que cambiarla y que no han cambiado, lo que se producen son más de 100.000 abortos al año. Y además, se producen en aplicación del supuesto del grave conflicto psíquico para la madre, el 97% de los abortos. Y el Consejo de Estado ha llegado a decir sobre esa legislación, la que tenemos actualmente, la que nadie ha cambiado, que puede llegar a producir que España llegue a ser un paraíso para el aborto no ya libre, dicen, sino, arbitrario. ¿Esa es la legislación que hay que mantener invocando razones morales o éticas o religiosas? No, mire, esa legislación hay que cambiarla para intentar que se produzca el menor número de abortos posibles. Para, en definitiva, mejorar la situación, y eso es lo que hoy hemos hecho muchos. Y, por cierto, no quiero dejar de decírselo, esto no es un asunto como si fuese una ley de seguros agrarios. Yo cuando voto o me enfrento al problema del aborto, bien sea por una ley o bien sea en el ámbito de un amigo o alguien que me lo plantea, pues mi conciencia me interpela y yo respeto que cualquier persona responda de modo distinto al mío y no estoy dispuesto a caricaturizar a quien no está de acuerdo conmigo, sencillamente porque este no es un tema ideológico. Es un tema, en todo caso, de conciencia.

P: Y la postura de la Iglesia entonces ¿qué le parece?

R: La Iglesia tampoco es unívoca, ¿no? Hay religiosos o hay jerarcas que están dispuestos a sacar la espada espiritual y a decir: ahí tiene usted al hereje o ahí tiene usted al pecador y entregarlo a la espada temporal para que le castigue o apra que le aplique una pena de cárcel y otros se reservan el decir, mire, que el Estado meta en la cárcel a las mujeres o a los profesionales, que yo les daré con el sacramento de la penitencia la salvación y el perdón. Y yo, como cristiano, que no soy modelo de nada ni quiero ponerme como modelo, pero que quiero acomodar mi vida al evangelio de Jesús, pues también quiero que en las leyes en las que yo participe haya algo de misericordia y no sea cárcel y no sea condena. Mire, yo he recibido durante estos días, cuando alguien me mencionó como hereje o como pecador público, yo he recibido muchísimas comunicaciones de religiosas, de sacerdotes, también de obispos y jerarcas de la Iglesia. Que coincidan o no con mi posición, y algunos sí coinciden, lo hacen de una manera fraternal.

P: Pero a estos casi no se les oye.

R: No, pero es que depende de donde pongamos el oído. Yo comprendo que es más llamativo una declaración de excomunión o de herejía. Pero la Iglesia es muy rica y la Iglesia tiene muchos ámbitos en los que fijarse. La Iglesia de mis padres y la Iglesia en la que quiero seguir estando, es la Iglesia que trata de ayudar a los que no tienen, a los pobres, es la Iglesia de la Bienaventuranza, es la Iglesia del perdón, de la fraternidad, no es la Iglesia de la Inquisición, de la condena, de la anatema, de la excomunión, del infierno. Yo eso, no soy teólogo ni trato de dar lecciones, pero yo en esa Iglesia no me reconozco, me reconozco en la Iglesia del amor.

P: Otra cosa presidente. Está esta noche en Cataluña. Vaya noche para estar en Cataluña después de toda la polémica que llevamos durante todo el día con los editoriales de periódicos catalanes. ¿Qué le ha parecido a usted?

R: La verdad es que yo no he elegido el día, lo eligieron por mi. Mañana tengo una conferencia en Barcelona. Ahora mismo estoy hablando desde Reus. Mire, yo soy presidente del Congreso de los Diputados, la casa de las leyes y yo no quiero ser origen de ningún conflicto ni de ningún debate. Bastantes debates he levantado ya en mi vida. Ahora me han encargado, y por eso me pagan, para encauzar los debates, para dirigirlos, para mostrarme imparcial en al aplicación del reglamento. Y lo único que se le ocurre al presidente de la casa de las leyes es que en un Estado de Derecho, lo que ha de primar es mi voluntad ni la suya ni la fuerza de su emisora ni al potencia de un editorial ni la controversia de una mayoría o una minoría. No, aquí desde el Rey, la mayoría, la minoría, los curas, los obispos, los ateos, los laicos, aquí todos estamos sometidos a la ley. Ese es el único imperio y si nos saltamos esta regla, entonces ya no estamos en democracia, estamos en otra cosa. En ese sentido, yo no quiero ser polémico, pero esto hace muchos siglos que está deteminado, que la ley es la que manda. El único imperio en democracia es el imperio de la ley.

P: Y ¿quién puede estar saltándose la ley en este episodio?

R: No, no, no señalo a nadie, yo simplemente digo que la fuerza que pueda tener mi voz cuando hablo con usted o usted en su emisora o cualquier otro, siempre está sometido a la ley y cuando existe controversia, hemos de someternos a los tribunales que son los que, aplicando la ley, dictan las sentencias. Yo no puedo decirle nada más.

P: Pero como presidente del Congreso y como lector de todos los periódicos, ¿usted se ha sorprendido esta mañana cuando ha visto esa unidad de todos los periódicos con cabeceras en Cataluña manifestando lo mismo [el apoyo al texto del Estatut de Cataluña]?

R: Yo voy a contestarle porque quiero ser cortés y educado. Alguna sorpresa he visto, pero no quiero levantarme mañana señora Ángels Barceló y sorprenderme más de lo que yo le he declarado a usted, de modo que dejémoslo aquí y no tengamos más sorpresas, que bastantes hemos tenido en el día de hoy.

P: No el busco el titular para que mañana no tenga disgusto por la mañana, pero como la polémica sobre los editoriales, y es vieja además porque antes fue por manifestaciones políticas, por manifestaciones de otros medios de comunicación, a usted ¿le preocupan todas estas presiones sobre el Constitucional sobre un asunto que además hiere tantas susceptibilidades?

R: Mire yo, estoy en política desde hace mucho tiempo, este año 2009 he cumplido 40 años de afiliación al PSOE y tengo una perspectiva que probablemente es distinta y quizá aburramos a quienes escuchen ahora la SER, pero yo entré para defender la libertad en contra del franquismo. Yo entonces ni soñaban que me entrevistasen en la SER ni ser presidente del Congreso de los Diputados, ni ministro de Defensa, lo único que teníamos cerca entonces era la cárcel, por ser socialistas y por ser defensores de la libertad. Para mí, ese es el patrimonio que hemos ganado y todo lo demás, todo lo demás entra en el juego de la democracia. Y es verdad que cada día tiene su afán y hoy el afán es la sentencia o el Tribunal Contitucional, pero mañana será otro. Lo importante es que nunca nos falte la democracia y el imperio de la ley.

P: Presidente, buenas noches.

R: Buenas noches y gracias por su comprensión, que no es descortesía.

Entrevista al presidente del Congreso de los Diputados, José Bono (26/11/2009)