La hipertensión aumentará un 25% en países desarrollados y un 80% en los más pobres para 2025
Un documento de expertos propone crear una estrategia nacional contra esta enfermedad, causa del 33% de las muertes en España
La hipertensión arterial habrá aumentado casi un 25 por ciento por ciento en países desarrollados y hasta un 80 por ciento en aquéllos en vías de desarrollo para 2025, según los expertos reunidos en Valencia para debatir estrategias en materia de política sanitaria e hipertensión arterial, quienes además han elaborado un documento de consenso con directrices para reducir la mortalidad por esta enfermedad en España.
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En la actualidad, el 33 por ciento de los fallecimientos en España están relacionados con enfermedad cardiovascular y casi la mitad se deben a problemas de hipertensión arterial. Valencia, Canarias, Andalucía, Baleares y Extremadura, se encuentra entre las autonomías con mayor índice de mortalidad por estas enfermedades.
Un total de 28 firmantes, representando a 23 sociedades científicas, organizaciones profesionales, administración sanitaria y pacientes, elaboraron un documento de consenso 'Hipertensión y Política de Salud en España'.
En su creación participaron la Asociación de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial; la Universidad Autónoma de Madrid; el Foro Español de Pacientes, y la Sociedad Española de Medicina General, entre otros.
Concienciar al médico, informar la paciente
En líneas generales, el documento se dirige a los organismos sanitarios, a quienes insta a tomar conciencia sobre el impacto de las enfermedades cardiovasculares; a los médicos, para quienes piden más recursos para evitar las listas de espera; y por último, a los pacientes, para que, con campañas de información, conozcan su patología y sean partícipes de su tratamiento.
Asimismo, fija cinco prioridades en materia de hipertensión: reconocer la hipertensión arterial como un problema de salud pública en las políticas sanitarias; priorizar su control en la gestión de procesos asistenciales; potenciar la capacidad de los profesionales sanitarios en su prevención y control; mejorar la adherencia terapéutica y generar evidencia que permita cuantificar la razón coste-beneficio del control de la hipertensión arterial.
Respecto al primero de los puntos, el documento reclama una estrategia nacional de la hipertensión arterial. Según Ruilope, los servicios autonómicos de salud deben "fomentar la prevención y control la hipertensión entre los equipos asistenciales, con consejos preventivos, mejor detección y más control, evitando la inercia"
Por su parte, los profesionales sanitarios deben "actualizar y mejorar sus conocimientos", ya que, según el doctor Yarza, "la falta de control de las personas hipertensas a la hora de tomarse la medicación es un problema". "Estamos volcados en iniciativas como la de este documento, que nos parecen muy importantes", acotó.
Implicar a enfermos y farmaceúticos
Asimismo, este documento destaca el rol de los profesionales de los enfermeros en el proceso de detección, seguimiento, educación y control de los pacientes, así como la necesidad de implicar a las oficinas de farmacia en el proceso de información y detección del trastorno y otros riesgos cardiovasculares.
Sobre el cumplimiento terapéutico, el doctor Redón aseguró que, a su juicio, "una buena manera de vencer la falta de control sería a través de fármacos que permitan una mejor cumplimentación".
Por último, prioriza la necesidad de cuantificar los resultados de estas medidas, de forma que se genere "evidencia sobre el impacto de las diferentes intervenciones educativas, de gestión u organizativas", sobre el control de la hipertensión que se desarrollen en los servicios de salud.