El Barça se mete en la final del Mundialito

El Barcelona disputará el próximo sábado (17:00 hora española) su segunda final del Mundial de Clubes, tercera si se cuenta la Intercontinental del 92, buscando el primer título de su historia, después de darle la vuelta al partido de semifinales y vencer al Atlante FC (1-3) en un encuentro dominado casi por completo donde desplegó el fútbol que conquistó Europa la temporada pasada.

Se pusieron las cosas feas al inicio, con el gol de Rojas, pero este Barcelona ha demostrado que no se encoge ante las adversidades y, con calma, más un juego efectivo y el revulsivo de Messi, consiguió el billete a una final donde espera Estudiantes de La Plata. No hubo lesiones, Pedro hizo historia y ahora es el mismo Barça quien buscará hacer lo propio consiguiendo su primer Mundialito.

El Barcelona empezó dominando el partido pero pronto le llegó el gol en contra, cambiando así el guión preparado, igual que pasó en el último partido de Liga de Campeones contra el Dinamo de Kiev. Fue un jarro de agua fría, pues también como entonces el gol en contra llegó por un error defensivo, fruto quizá de un poco de falta de atención. El zaguero Rojas, tras sacar el Atlante una falta desde su propia área, se adelantó a una defensa blaugrana despistada y, con una mala salida de Valdés, aprovechó para hacerle un sombrero y poner por delante al Atlante. La alegría pudo durarles poco a los mexicanos, ya que un minuto después Busquets estuvo a punto de marcar en un remate de cabeza a la salida de un córner.

La detuvo bien Vilar, y el Barcelona, una vez descartada la sorpresa inmediata, empezó a trabajar para conseguir el pase a la final y no perder a las primeras de cambio las opciones de hacerse con el único título que les falta. Tardó, tras el gol en contra, 50 minutos de juego para ponerse por delante. En ese tiempo, jugó con tranquilidad, movió el balón a su gusto -73 por ciento de posesión- y, sobre todo, se encomendó a Xavi e Iniesta para abrir la defensa mexicana.

El Atlante, encantado con el 1-0, se encerró atrás y lo hizo bien, al estilo 'catenaccio'. Ibrahimovic, voluntarioso, e Iniesta con disparo que salió lamiendo el larguero desde la frontal, lo intentaron, pero un Barcelona que con Guardiola aprovecha las jugadas a balón parado, se encontró con el gol de Busquets, que esta vez no perdonó, tras saque de esquina. Fue una jugada ensayada, con Xavi centrando al primer palo, Touré remató a puerta pero el balón le cayó a Busquets, que la empalmó a la red.

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Tras el gol blaugrana nada cambió y, al contrario, se exageró lo que había estado sucediendo hasta entonces. Así, el Barça tuvo 10 minutos para intentar hacer el segundo, en un periodo en el que el Atlante se cerró todavía más y dejó la responsabilidad de llevar el partido al Barcelona, que con el empate jugó más tranquilo en busca de una ocasión clara para darle la vuelta al marcador. Alves tuvo la más clara, en un uno contra uno con Vilar habilitado por un buen pase de Pedro al espacio, pero su remate se fue directo a la red exterior. El brasileño no vio, solo, a Ibrahimovic esperando el centro. Pero en los 50 minutos que necesitó el campeón europeo para ponerse arriba en el marcador, hubo un cambio clave.

Revolución Messi

Con sus compañeros ejercitándose en los campos de entrenamiento, él se fue a la playa a recuperarse en solitario de su esguince de segundo grado en el tobillo. No es otro que el 'Balón de Oro', Leo Messi, que entró en el minuto 52 y, en la primera bola que tocó, consiguió el 1-2 y encarriló la victoria blaugrana. Fue una jugada sublime, de toque, iniciada por Xavi e Iniesta, que la envió a 'Ibra'. El gigantón sueco reculó escapándose de dos defensas y envió un pase preciso al argentino para que éste superara a Vilar.

Los mexicanos no se recuperaron de este golpe y no se acercaron al área hasta el minuto 60, y sin peligro. Por contra, el Barcelona siguió moviendo el esférico y tuvo más oportunidades de gol, obra de un Ibrahimovic que se movió muy bien en ataque pero que no tuvo suerte, bien porque fallaba el último pase o bien por obra del meta mexicano, que le salvó un trallazo que se iba directo a la escuadra. Fue entonces cuando este partido entró en la historia, gracias a Pedro. El canterano, un jugador que hasta el año pasado apenas contaba para el Barcelona, consiguió el 1-3, cerró el partido y marcó en la última de las 6 competiciones en las que participa el Barcelona esta temporada. Marcó en las dos supercopas, ha marcado en Liga, Copa y 'Champions' y, con el del Mundialito, ya no le quedan más competiciones donde poder marcar. El gol, de tiralíneas. Iniesta se fue por la izquierda de todos los que le entraron, se la pasó a Pedro entre dos defensas, casi sin espacio, y el canario batió a Vilar con un fuerte y colocado disparo. Genial el canterano, que está aprovechando con creces su primer año como futbolista íntegro del primer equipo.

Pudo no ser tan plácido el partido como lo fue hasta su final. En el 74, un error de Abidal dejó solo a Rafa Márquez, el del Atlante, ante un Valdés que aguantó al mexicano y detuvo el balón en el enésimo uno contra uno que salva, una de sus especialidades. 'Ibra' tuvo el cuarto, pero Vilar también se lució y envió el balón a córner. Se sufrió, pero la calidad blaugrana fue superior y al final se reflejó en un justo marcador.