Y David venció a Goliat
Un pastor consigue que el Supremo paralice un plan urbanístico en la localidad murciana de Jumilla
El Alto Tribunal sostiene que el proyecto, que incluye la construcción de un campo de golf no cuenta con el agua suficiente para ponerse en marcha. Los Magistrados añaden además que no se ha tenido en cuenta el interés privado del recurrente consistente en conservar el destino pastoril de sus terrenos.
Pascual Carrión lo intentó todo para que en Murcia atendieran su petición de paralizar el proyecto urbanístico del Ayuntamiento de Jumilla. Miles de casas y un campo de golf en unos terrenos que tenía destinados al pastoreo. No sólo puso sobre la mesa este interés privado, sino que también alegó que el proyecto no contaba con los recursos hídricos suficientes.
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El Tribunal de Justicia de Murcia no le dio la razón. La Sala entendía que si se paralizaba el plan urbanístico se vería afectado el interés general. Sobre su actividad de pastoreo manifestaba que el cese se compensaba con la correspondiente indemnización y de los recursos hídricos decía que había en marcha un expediente de concesión de aguas y que se contemplaba la construcción de una planta desaladora.
Ha sido el Supremo el que ha aceptado los argumentos de Pascual y ha suspendido el proyecto. La sentencia de la que ha sido ponente el Magistrado Rafael Fernández Valverde señala que no se han tenido en cuenta las alegaciones del recurrente. De un lado su interés en la explotación pastoril de los terrenos y del otro la necesidad del agua para sacar adelante la construcción de miles de casas y un campo de golf. Añade que entre el interés general que el desarrollo urbanístico representa y el interés general derivado del cumplimiento de la normativa sectorial de aguas, es evidente que debe prevalecer esta última.