El Banco de España constata la mejora de todos los sectores de actividad en el cuarto trimestre
La entidad observa un mejor comportamiento del PIB, el consumo, las matriculaciones, la inversión y los precios, entre otros
El Banco de España ha constatado la mejora de todos los indicadores de actividad en el cuarto trimestre del año, aunque cree que los datos aún son "escasos" y que la capacidad informativa acerca de la evolución de la actividad es todavía "limitada", según consta en su último boletín económico.
De ser así, el PIB podría seguir moderándose en el cuarto trimestre del año y mejorar las cifras registradas entre julio y septiembre, que reflejaron un descenso interanual del 4% y una caída intertrimestral del 0,3%.
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En concreto, el Banco de España cree que los indicadores de consumo atenuaron su retroceso en octubre y resalta que las matriculaciones de automóviles intensificaron su avance en noviembre, impulsadas por los efectos del Plan 2000E en el segmento de ventas particulares.
Asimismo, destaca que los indicadores más recientes de la inversión en bienes de equipo sugieren un comportamiento "menos negativo", mientras que las cifras de inversión en construcción continúan reflejando el proceso de "intenso ajuste", pero a un ritmo interanual "más contenido" gracias al fondo de inversión local.
Al mismo tiempo, las exportaciones reales moderaron su tasa de caída interanual en octubre, mientras que el ritmo de descenso de las importaciones continuó "atenuándose" en el décimo mes del año.
La entidad gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez observa también "menores caídas" en el turismo al comienzo del cuarto trimestre, ya que, según la Encuesta de Ocupación Hotelera (EOH) las pernoctaciones de extranjeros se redujeron un 5,6% en términos interanuales en noviembre, cuatro puntos menos que en el tercer trimestre.
Por la vertiente de la oferta, el Banco de España constata una ralentización de los descensos interanuales de los indicadores en el cuarto trimestre. En el caso de la industria, todos los indicadores frenaron sus ritmos de caída, igual que en los servicios, donde el índice de actividad continuó moderando su descenso.
En cuanto al mercado de trabajo, los indicadores apuntan a una moderación en el ritmo de caída del empleo en noviembre, tal y como demuestra el número de afiliados a la Seguridad Social, que cayó un 4,7%, lo que supone siete décimas menos que la caída de octubre. Además, el número de desempleados se incrementó un 29,4% en noviembre, cifra inferior al 43,5% del tercer trimestre.
El IPC vuelve a un nivel positivo
En cuanto a la ejecución del Presupuesto del Estado, el Banco de España recuerda que, en términos de caja, se registró un déficit de 68.500 millones de euros hasta el mes de noviembre, datos que, a su parecer, apuntan a que el cierre del ejercicio podría estar en línea con lo presentado en el avance de liquidación para 2009 incluido en los Presupuestos de 2010.
Por otro lado, el banco emisor recuerda que en el mes de noviembre el IPC volvió a un escenario positivo gracias, casi en su totalidad, a la reversión de los efectos de base en los precios energéticos, que aumentaron un 1,9% en términos interanuales, casi nueve puntos más que en el mes anterior.
Asimismo, resalta la moderación de la caída de los precios industriales en octubre gracias, en parte, a los precios de la energía y, en menor medida, por los precios de los bienes intermedios. Los precios de importación, por su parte, acentuaron su ritmo de caída hasta el -13,8%, mientras que los de las exportaciones atenuaron su caída en casi dos puntos.
Evolución financiera
Sobre la evolución financiera de la economía española, el Banco de España constata que los datos más recientes sobre los balances de los sectores no financieros, que corresponden a octubre, evidencian una "continuidad" de las tendencias más recientes, ya que mientras que la financiación de las administraciones públicas continuó creciendo a tasas "muy elevadas", la deuda de los hogares y las sociedades avanzó a ritmos interanuales "prácticamente nulos".
En paralelo, el dinamismo de los activos más líquidos de estos dos últimos agentes repuntó "levemente", con un comportamiento por instrumentos similar al observado durante los meses precedentes. La información provisional referida a noviembre sobre activos y pasivos de empresas y familias apunta a una prolongación de estas mismas pautas.
En cuanto a los mercados financieros internacionales, el Banco de España pone de manifiesto que su evolución en el último mes ha venido marcada por "cierta inestabilidad" por la incertidumbre generada por los problemas de pago de la deuda en un fondo de Dubai, aunque la aparición de datos macroeconómicos favorables y la devolución de algunas ayudas públicas en EE.UU. han contribuido a apoyar a los mercados.
En el área del euro, la información disponible apunta a una "mejora paulatina" de la actividad, tras el avance del 0,4% del PIB en el tercer trimestre del año, si bien el supervisor bancario recuerda que las referencias son todavía "muy escasas".
Efectos positivos de la I+D
En otro artículo del Boletín Económico, el Banco de España realiza un análisis sobre el impacto del gasto en I+D en la actividad económica y concluye que esta inversión tiene un efecto a largo plazo positivo sobre el PIB de la economía española, de magnitud similar al de otras economías desarrolladas.
En cambio, a corto y medio plazo el impacto positivo sobre el PIB parece ser más lento en España que en otros países desarrollados, lo que confirmaría la presencia de "problemas de transferencia tecnológica" desde el sector de la investigación hacia los sectores productores de bienes y servicios finales.
Además, indica que la inversión en I+D pública parece generar un efecto arrastre sobre la I+D privada, aunque también genera un cierto "efecto expulsión" sobre esta última, debido a los "cuellos de botella" en el sector de la investigación como consecuencia tanto de que el sector público como el privado compiten por un recurso escaso: el capital cualificado.
De esta forma, la autoridad monetaria señala que la intervención pública en el ámbito de la innovación puede tener un efecto positivo en economías con niveles reducidos de gastos de I+D pero que, una vez que éste supera cierto umbral, incrementos adicionales del gasto público en esta materia solo sustituyen al gasto privado.