El difícil parto del primer equipo español en la Fórmula 1

Cuando se abrió la puerta de entrada de la F1 a nuevos equipos surgieron 2 buenas opciones españolas: una más potente a nivel técnico (la de Joan Villadelprat, con una impresionante y modernísima fábrica en Vitoria y un programa de formación de ingenieros) y otra más fuerte a nivel diplomático (la alianza de Adrián Campos con la empresa Meta Image). Campos, el gran artífice del proyecto, aprovechó su buena relación con Ecclestone y presentó un gran proyecto aceptando el chasis Dallara y los motores Cosworth (algo que, según diversas fuentes, era una condición indispensable para que Bernie diera el visto bueno aunque oficialmente no se reconozca así).

Meta Image, una empresa de representación de deportistas (hermanos Gasol, Garbajosa,....) creyó ver una buena vía de negocio en un proyecto que, en principio, resultó mucho más atractivo de lo que después resultó. La idea inicial de Mosley era imponer un presupuesto voluntario de 33 millones de euros a cambio de ventajas técnicas, después (ante la protesta de los grandes) ese límite se amplió a 45 millones y al final quedó abolido.

Los equipos modestos que habían conseguido plaza se encontraron con un serio problema. Esa circunstancia, unida a las serias desavenencias entre Meta Image y Campos y la dificultad de encontrar un sponsor en época de crisis llevó a la gente de Meta (con Enrique Rodríguez a la cabeza) a tirar la toalla y poner a la venta sus acciones.

La supervivencia del equipo, por tanto, dependía de la habilidad de Adrián Campos para encontrar otro socio. De lo contrario los 13 millones ya invertidos irían a la basura y los mejores ingenieros españoles reclutados para la escudería (Cuquerella de BMW, Pujolar de Williams,...) quedarían en paro. Por suerte, parece que no será así. Según hemos contado ya en Formula SER, todo indica que ese nuevo compañero de viaje está confirmado. Se llama Tony Teixeira, nació en Portugal pero se crió y formó en Sudáfrica donde es un importante hombre de negocios muy vinculado al automovilismo (fue el alma máter de A1GP, la competición en la que los coches representaban a países). Todo está apalabrado y, a falta de pequeños detalles, este hombre comprará las acciones de Meta y permitirá que el primer equipo español de F1 no quede atrapado en el lodo. Bruno Senna y Andy Soucek (que tiene la palabra de Campos y el apoyo económico necesario) serán los responsables de pilotar los dos primeros bólidos españoles en la élite del automovilismo.