Federer bate a Murray en tres sets
El suizo refrenda su condición de 'número 1' y gana el torneo por cuarta vez en su carrera al derrotar al británico por 6-3, 6-4 y 7-6 (11)
Roger Federer se ha hecho con el Abierto de Australia por cuarta vez en su carrera al derrotar en la final a Andy Murray por 6-3, 6-4 y 7-6 (11). El suizo ha logrado el decimosexto título del Grand Slam al vencer al británico en una magistral exhibición de juego. Federer ha dominado cómodamente los dos primeros sets de la final y ha cortado la reacción de Murray en el tercero, sellado con un 'tie break' épico.
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Murray buscaba el primer 'Grand Slam' de su carrera y su andadura en el torneo, en el que sólo había cedido un set en semifinales contra Marin Cilic. Sin embargo, se ha topado con la mejor versión de Federer, la que empequeñece a sus rivales hasta reducirlos a meras sombras.
Tras un inicio de tanteo, con un 'break' para cada contendiente y varios juegos relativamente tranquilos, Federer se ha agigantado en el octavo del partido, con dos ''latigazos'' espectaculares que le granjearon su segunda rotura de servicio (5-3) y el primer set de la final.
Federer se viene arriba
Con la primer manga en el zurrón, Federer ha soltado la muñeca y ha regalado al público de Melbourne su mejor ramillete de golpes. Con un juego en blanco al resto (3-1) ha cobrado de nuevo ventaja, alternando derechas como martillos con dejadas sublimes o abriendo ángulos inalcanzables ante la impotencia de Murray, que a pesar de todo no jugaba mal.
Pese a todo, Murray se las ha arreglado para levantar hasta seis bolas de ''break'', pero no ha podido con el resto y se ha encontrado con dos sets abajo tras menos de hora y media de partido.
Cuando todo parecía resuelto, el británico, que ha empezado a sufrir molestias musculares, se ha revuelto, decidido a alargar el desenlace de la final. El aspirante ha recuperado solidez con su servicio y, decididamente enrabietado, ha logrado un 'break' consolidado con varios saques muy duros, poniendo la tercera manga en 2-5.
Llegado este momento, Federer ha despertado en busca de un torneo que no ganaba desde hacía tres años, sobre todo el pasado, cuando enjuagó con lágrimas su derrota frente a Nadal. El número uno encadenó tres juegos consecutivos (5-5) y condenó el parcial a un espectacular 'tie break' final.
Murray ha tenido hasta cinco puntos de set en este desempate, pero Federer ha abortado todos con maestría y ha cerrado la final en su tercer 'match ball', alargando una vez más la maldición que provoca que ningún británico gane un 'Grand Slam' desde la época del ilustre Fred Perry, que conquistó su octavo y último en 1936.