Los grandes misterios de la música clásica

Genios como Mozart, Beethoven o Paganini fueron personajes enigmáticos rodeados de luces y sombras en sus vidas. El musicólogo español Joseph Gelinek, nos descubre los secretos de "la maldición de la décima sinfonía" y del "violinista del diablo".

Desde que los primeros neandertales poblaran nuestro planeta, la música siempre ha estado presente como expresión más directa del alma y del espíritu humano. Sin embargo, con el paso de los años, estos ancestrales lamentos rituales se fueron transformando, dando lugar a algunas de las composiciones más populares que hoy en día conocemos.

Célebres genios con historias sobrenaturales

Muchos compositores como Gustav Mahler murieron en su intento de crear las diez imposibles sinfonías que Ludwig Van Beethoven no consiguió terminar antes de su oscuro fallecimiento. Una extraña casualidad que, desde entonces, es conocida por los expertos en música clásica como Joseph Gelinek como "la maldición de la décima sinfonía".

Por otro lado, el virtuosismo de Paganini con el violín se convertiría muy pronto en el punto de mira de muchos seguidores que le llamaban "el violinista del diablo". Un apelativo que, por su extraña apariencia física y su riguroso estudio de la música, le ayudó a convertir muchas de sus obras en inmortales.

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El efecto Mozart

Desde hace cuarenta años, los especialistas han estudiado las aportaciones beneficiosas de la música clásica en el ser humano, concretamente, en el desarrollo de los bebés.

Unas saludables ventajas que, desde que fueran descubiertas por el otorrinolaringólogo francés Alfred Tomatis, han sido utilizadas como herramientas de trabajo por numerosos terapeutas, como el grupo de enfermeras del Hospital Universitario La Fe de Valencia que desde 2007 han venido tratando a niños prematuros con música para mejorar su frecuencia cardíaca y su nivel de oxigenación.