El Barça no cede

El Barcelona consiguió un agónico triunfo ante el Málaga (2-1) en un encuentro en el que los catalanes cedieron el liderato por momentos al Real Madrid, que no desaprovechó la oportunidad de ponerle las cosas difíciles al conjunto culé tras su holgada victoria en Tenerife (1-5) con destacada actuación de Higuain.

El conjunto de Pep Guardiola puso fin con un triunfo a una intensa semana en la que no pudieron pasar del empate en Champions frente al Stuttgart, y en la que sufrieron más de la cuenta para vencer en casa al Málaga con un gol que llegó en el último minuto de la contienda por medio de Messi, que comparte el pichichi con David Villa.

El entrenador culé Pep Guardiola reconoció esta semana que su equipo no estaba fino en las últimas jornadas, aunque el catalán admite que sabe como solucionar el problema. El juego del equipo no admitió excesivas dudas en cuánto al juego colectivo, aunque mostró una alarmante falta de pegada, que puede ser lo que le esté condenando últimamente.

Desde el comienzo de la contienda, el Barcelona, como suele ser habitual, se hizo con la posesión del balón, mientras que el Málaga no tuvo otra opción que retrasar sus líneas para frenar el arreón blaugrana, escenificado en varias ocasiones claras de gol que no se consumaron.

El ataque de los locales se hizo notar sobre todo por la banda derecha. Dani Alves, que regresó tras su lesión, fue una amenaza constante para los malagueños en la derecha, donde Pedro se situó por momentos. A su vez, Messi se asociaba con Xavi y Busquets en la medular. Las ocasiones no cesaban, aunque los culés parecían gafados, especialmente Ibrahimovic, que continúa con un gol en los últimos siete encuentros.

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Sin embargo, en el minuto 68 Pedro consiguió abrir la lata transformando el ansiado tanto, que parecía que variaba completamente el rumbo de los acontecimientos. El canario transformó un gran disparo desde fuera del área, que Munúa tocó, pero no lo suficiente para evitar el tanto del Barça. El gol hacía justicia a lo visto sobre el terreno de juego, aunque el Málaga no había dicho su última palabra.

En el 81, y cuando parecía que el triunfo local era definitivo, un fallo de Puyol en la retaguardia provocó que Valdo, que acababa de entrar al campo, se plantó completamente solo ante Víctor Valdés y con disparo raso no perdonó, trasladando la ansiedad a la parroquia blaugrana.

Sin embargo, el Barcelona no desesperó a pesar de que en ese momento el Real Madrid era el nuevo líder de la Liga BBVA, y con suma tranquilidad fue capaz de lograr el tanto definitivo. Xavi vio luz en medio de la oscuridad, inventándose un pase magistral a Dani Alves, que cedió completamente sólo a Messi, que no tuvo más que empujar, trasladando la locura a la afición del Camp Nou ya que una jornada más se ven líderes.