Sospechas en los burdeles

La Fiscalía llega a estas sospechas tirando el hilo de la investigación que se sigue en Cataluña por la corrupción en 2 macroprostíbulos en Castelldefels, se ha puesto al descubierto una nueva posible trama entre los dueños de los locales y agentes de la policía, que les alertaban de las inspecciones a cambio de dinero.

Según ha podido saber la Cadena SER, en la investigación que se sigue en Cataluña por la presunta corrupción policial de los locales Riviera y Saratoga, se ha descubierto que uno de los imputados, Antonio Herrero, propietario del club Riviera y los madrileños Flowers y The Factory, se habría puesto en contacto con policías de Madrid para ofrecerles dinero a cambio de avisarle a tiempo de posibles inspecciones.

Hay conversaciones de junio de 2008, después del incendio del club Flowers. Según la transcripción, Herrera fue alertado de un control de extranjería; y se puso en contacto con un Guardia Civil y un agente del Cuerpo Nacional de la Policía para evitar el cierre del local. Además, al parecer, también mantuvo contactos habituales con los agentes para estar avisado de las inspecciones al THE FACTORY.

Todo este material lo ha remitido la Fiscalía anticorrupción de Barcelona al Juez decano de Majadahonda, que es el competente para llevar el caso.