Tamayo asegura que el Papa no está exento de responsabilidad

El teólogo, Juan José Tamayo, ha intervenido esta tarde en La Ventana de la Cadena SER, después de que The New York Times haya publicado que el Vaticano ocultó los abusos de un sacerdote de Estados Unidos a doscientos niños sordos. Tamayo ha afirmado tajantemente que este comportamiento de Benedicto XVI es denunciable y que podría tener que acudir a los tribunales

"El encubrimiento es delito también desde el punto de vista penal y desde el punto de vista del derecho canónico. Hay un Tribunal Penal Internacional y si hay alguna víctima que se sienta afectada por ese encubrimiento, complicidad y exculpación de los que han cometido esos actos criminales, está en su perfecto derecho de denunciar y les ampararían todas las leyes. Sería una medida que de alguna manera constituiría un ejemplo para que el cambio de actitud se produzca y los primeros que colaboren con las autoridades y los primeros que denuncien a los tribunales a los culpables sean los propios jerarcas de la Iglesia".

"En este caso el perdón y la exculpación a los abusadores sexuales, es una manera de ser cómplice en ese comportamiento pecaminoso y delictivo. El problema es que, a diferencia del aborto en el que dicen pecado-delito, en este caso el pecado contra Dios no es un delito y no los llevan a los tribunales sino que los encubren", ha insistido el teólogo.

Juan José Tamayo ha asegurado además que el pontificado de Benedicto XVI estará marcado por la pederastia: "Es un pontificado amortizado, ha sido condenado por la historia y no es difícil que supere esa condena porque creo que la responsabilidad está en el vértice de la pirámide de la Iglesia católica y no está exento de esa responsabilidad y complicidad el propio Papa Benedicto XVI".

El teólogo no ha dudado en señalar que esto es lo más grave que ha sucedido en el seno de la Iglesia desde que Pio XXII hiciera oídos sordos al holocausto nazi: "Lo más grave de todo es que la propia jerarquía y la cúpula, el Papa, es el que ha actuado encubriendo, siendo cómplice y exculpando a los culpables de actos criminales con las palabras del domingo. Es muy grave este comportamiento de un sector importante del clero y de la jerarquía con los abusos sexuales y ese atentado a la dignidad de la persona, y, sobre todo, en aquellas personas que son indefensas como los niños, las niñas y los adolescentes de quienes se abusa aprovechándose de la función sagrada que ejercen. Es un verdadero sacrilegio y se abusa también de la autoridad y la confianza que los padres depositan en ellos. Es lo más grave que ha pasado desde del comportamiento de Pio XXII en su falta de valentía para denunciar el holocausto."

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Para finalizar, Juan José Tamayo, se ha referido a la pastoral que tuvo que enviar el papa a los católicos irlandeses y en la que expresó vergüenza por el sufrimiento de las víctimas. Tamayo dice que la carta es "humo": "A mí me parece que esa carta es muy respetable pero que tiene trampa porque no entiendo por qué se dirige sólo a los católicos irlandeses cuando los primeros casos de pederastia se producen precisamente en España en los años 40, dentro de la orden de los Legionarios de Cristo. ¿Por qué no cita los casos tan escandalosos de los años 90 en los Estados Unidos o no se refiere a las situaciones criminales en su propio país, Alemania? Para mí esta carta es humo porque, después de decir que los pederastas han pecado contra Dios, han traicionado a la Iglesia y han cometido actos criminales, no aplica sanciones y no comunica que la Iglesia es la primera que se va a comprometer a entregar a estos criminales a los tribunales. No se corresponde la gravedad del delito con la falta de medidas que no se toman en la carta".