Internacional

El centro-derecha se consolida en el norte y gana dos regiones del sur

La coalición de centro-derecha que lidera <b>Silvio Berlusconi</b> se consolida en el norte del país <b>(Lombardía, Veneto y Piamonte)</b> y gana dos regiones en el sur, la <b>Campania y la Calabria</b>

Por su parte, el vicesecretario del partido demócrata, Enrico Letta, afirmó en una comparecencia de prensa que "los datos que circulan muestran cómo el centro-izquierda se ha hecho con la victoria, en unos comicios marcados por la alta abstención".

La incertidumbre se sigue imponiendo en la región del Lazio (centro), donde las candidatos de uno y otro lado, Renata Polverini para el Pueblo de la Libertad (PDL) y Emma Bonino para el Partido Demócrata (PD) están empatadas.

Otra de las regiones dudosas, Liguria, parece que permanecerá en manos del centro-izquierda, igual que las regiones restantes, que son Emilia Romagna, Toscana, Marche, Umbria, Basilicata y Puglia.

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El centro-derecha, por su parte, que en las elecciones del 2005 sólo obtuvo la victoria en dos regiones (Lombardía y Veneto), arrebata al centro-izquierda otra región en el norte (Piamonte) y dos en el sur (Campania y Calabria).

Aunque en realidad, la victoria del centro-derecha en las regiones del norte entraña una batalla interna que es la que están librando el Pueblo de la Libertad (PDL) y la Liga Norte, que en realidad son aliados políticos y apoyan a los mismos candidatos, para ver quién obtiene más votos.

La Liga no sólo ha sido el partido más votado en la región Veneto, con el 36,1% frente al 23,9% recabado por el PDL, sino que también se ha disparado en Lombardía, con el 27,4% de los votos, situándose muy poco por debajo del PDL, que ha obtenido 31,7%.

Baja participación electoral

La afluencia a las urnas en las elecciones regionales italianas se ha situado siete puntos por debajo de la registrada en 2005, pasando del 72,4% al 65,2%, según anunció el ministro de Interior, Roberto Maroni.

La "mayor reducción" en la afluencia se registró en la región del Lazio, donde acudió a las urnas un 10% menos de votantes que en 2005. Maroni admitió que el descenso de la participación es una señal del "desinterés" que sienten los ciudadanos por los políticos y consideró que "reducir la abstención es un deber de toda la clase política".