La Casa Blanca revela los nombres de los países europeos con cuyos dirigentes cenará Obama en Praga
La velada tendrá lugar el próximo jueves aprovechando el viaje para firmar con Rusia el tratado de reducción de armas nucleares
El presidente estadounidense, Barack Obama, cenará el jueves próximo en Praga con once jefes de Estado y de Gobierno de países del este y el centro de Europa aprovechando su viaje a la capital checa para firmar el nuevo tratado START de reducción de armas nucleares acordado entre Rusia y Estados Unidos, según informó este viernes un portavoz de la Casa Blanca. Se trata de Bulgaria, Croacia, República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia.
Más información
El presidente aprovechará el encuentro para "reconocer sus contribuciones y debatir cuestiones específicas de Europa Central y Oriental y cómo la región puede seguir contribuyendo a la seguridad europea y global", indicó el portavoz. "(Obama) valora enormemente que estos once aliados de la OTAN en la región hayan accedido a entrevistarse con él para hablar", agregó.
Sin embargo, la cumbre UE-EEUU que estaba previsto que se celebrara en Madrid en mayo, penúltimo mes de la presidencia de turno española de la UE, fue finalmente cancelada tras el anuncio de la Casa Blanca de que Obama no tenía previsto asistir.
Obama parte el miércoles próximo hacia Praga, adonde llegará en la mañana del jueves, para reunirse con el presidente ruso, Dimitri Medvedev, con el que firmará un tratado considerado histórico, pues compromete a las dos potencias a reducciones de entre el 25 y el 30% en sus arsenales de armas nucleares.
Tras casi un año de duras negociaciones, la firma del pacto servirá además para escenificar la mejora de las relaciones entre Washington y Moscú. Ambos mandatarios sostienen que las nuevas reducciones son un paso hacia un mundo libre de armamento atómico y una señal a las naciones que buscan obtenerlas de que no son necesarias.
Sin embargo, el sucesor del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START I) de 1991, no entrará vigor sin la ratificación del Legislativo de ambos países, un trámite especialmente difícil si los republicanos del Senado estadounidense se oponen.