Miguelín y su cesto de mimbre en la ciudad del futuro
Bajo el lema "Mejor Ciudad, Mejor Vida" España está decidida a dejar huella en Expo Shangai 2010
Hay quien dice que le recuerda al Guggenheim. Su estructura es, como la del famoso museo de Bilbao, de acero y vidrio. Pero lo que más llama la atención del Pabellón de España en la Expo de Shanghai son los más de 8.500 paneles de mimbre que lo recubren. Por algo le han bautizado como "el gran cesto español"
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La comisaria general de España para este evento, María Tena, reconocía hace unas semanas en el programa A Vivir que son Dos Días de la SER, que durante la primera visita al recinto, cuando las obras aún estaban en marcha, los representantes de otros países con los que compartía autobús, se arrancaron a aplaudir cuando llegaron al "cesto". España parece decidida a dejar huella en la que va a ser la mayor Exposición Universal de todos los tiempos, organizada bajo el lema "Mejor Ciudad, Mejor Vida".
Por extensión, Shanghai 2010 ocupa más del doble que la de Sevilla 92 y 20 veces más que la Expo Zaragoza de 2008. Y en cuanto al público, los organizadores esperan la visita de más de 70 millones de personas. Si algo así puede ocurrir en algún país, ese país es China. Por si alguien lo dudaba, las "pruebas de carga", que se realizan días antes de la inauguración oficial para comprobar el correcto funcionamiento de las instalaciones en una situación real, se hicieron con medio millón de personas. La cifra no parece una exageración. Si se cumplen las previsiones pasarán por allí una media diaria de 450.000 visitantes, el 95 % de ellos, chinos. Esas mismas previsiones apuntan que "el cesto español" estará entre los cinco más frecuentados.
Quienes hagan buenos esos augurios serán recibidos por un montaje de Bigas Luna bautizado como "Origen". Sobre una estructura que recuerda a una cueva, se proyectan imágenes de Atapuerca, la mezquita de Córdoba, los sanfermines, o una bailaora de flamenco, hasta que Pau Gasol y Rafa Nadal invitan a pasar a la segunda sala.
En ella, "Ciudad", el director y documentalista Basilio Martín Patino muestra su particular visión del pasado reciente y el presente de las ciudades españolas mientras suena la música del Retablo de Maese Pedro, de Manuel de Falla. Un retrato "irónico y tierno" de nuestro país con el que el autor, consciente de la falta de referencias entre el público chino, quiere emocionar más que explicar.
En la tercera y última sala del pabellón, "Hijos", los visitantes son recibidos por un impresionante bebé de 6'5 metros de alto, que respira, parpadea y saluda en español y en chino. Es parte del sueño de Isabel Coixet, la encargada de plasmar cómo será el futuro en nuestra ciudades y cerrar la propuesta española, bautizada como "De la ciudad de nuestros padres a la de nuestros hijos".
El bebé, de los creadores de los muñecos monstruosos de Alien vs Predator, también tiene nombre: Miguelín. Que nadie busque explicaciones raras. Según la propia Coixet, sonaba bien en español y era fácil de pronunciar para los chinos . Ellos, en definitiva, serán la gran mayoría de los que disfruten de un proyecto que nos ha costado unos 55 millones de euros, incluyendo los gastos del personal que lleva trabajando en él desde hace tres años, y los de la programación cultural y de ocio que se ofrecerá mientras dure la Expo.
Un festival de flamenco, un local de tapas regentado por Pedro Larumbe, actuaciones en directo, una muestra de cine, jornadas gastronómicas y varias salas de exposición y reunión para celebrar encuentros empresariales, completan la oferta con la que España aspira a responder a las buenas vibraciones generadas hasta ahora por Miguelín y su cesto de mimbre en la ciudad del futuro.
