Doblar plantilla en plena recesión
Algunos sectores, en lugar de destruir puestos de trabajo, crearon empleo neto. Es el caso de una pequeña empresa fotovoltaica de Madrid
En los últimos doce meses el paro, según datos de la Encuesta de Población Activa, aumentó en más de 600.000 personas. No obstante, no todos los sectores se comportaron igual.
Una decena de actividades que vieron crecer sus plantillas en los últimos doce meses. Es el caso, por ejemplo, de la fabricación de productos farmacéuticos, que aumentó la ocupación más de un 11%. O el de los seguros, donde creció un 6. Otros, como la industria fotovoltaica prevé crear 10.000 puestos de trabajo entre el pasado octubre y el próximo junio.
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'Affirma' es una empresa del sector de los paneles solares. Antes de la crisis se dedicaban sólo a la distribución de estos elementos y, para esquivarla, optaron por crear también sus propios proyectos. Ya han dado el salto fuera y, cómo no, las primeras paradas han sido China y Estados Unidos. Para Juan Manuel Antelo, responsable del departamento técnico de la compañía las claves han sido "la tecnología que desarrollamos y la marca-país de España en este sector", asegura. La reconversión de la empresa requería más plantilla, por lo que se decidieron firmemente por captar más talentos. Ahora han duplicado el número de ingenieros en nómina, de tres a siete.
Según el directivo hay tres perfiles profesionales que encajan en la industria fotovoltaica. "Se necesitan ingenieros que diseñen proyectos; licenciados en derecho para interpretar los decretos que regulan el sector; y técnicos bien formados para el montaje y mantenimiento de plantas", enumera Antelo. Eso sí, hay dos requisitos casi indispensables: el inglés, fruto de la internacionalización de la empresa; y la experiencia.
Entre los afortunados que encontraron empleo el año pasado está Baltasar Balaguer, 33 años, y ahora ingeniero en Affirma. "Me quedé en paro. Septiembre es época de oportunidades, así que hice la entrevista y, con mi experiencia, les gustó mi perfil y entré con ellos a trabajar", confiesa Baltasar con una sonrisa de satisfacción en los labios. Eso sí, no sólo es suerte. "Hay que lucharlo todos los días para que esto salga adelante", apostilla este ingeniero industrial. Para él hay tres claves en su éxito: formación, experiencia y ganas de trabajar.
